MONEDAS NOTGELD
Como sabéis los que
alguna vez entráis por aquí, me he detenido en varias ocasiones en los billetes
notgeld alemanes del periodo 1914-1923 por muchos motivos, especialmente su
contenido histórico, reflejo de los problemas, inquietudes e incluso
aspiraciones de la sociedad de una época. Además, su extrema variedad hace que
muchos de ellos sean verdaderas maravillas estéticas, imposibles de resistir a
ojos de cualquier coleccionista de notafilia.
Creo que ya era hora de
que usara este espacio para tratar un poco acerca de las monedas de emergencia
que se emitieron de forma paralela a los billetes, merecedoras también de varias
entradas. De hecho, hace cosa de un año dejé constancia de las monedas deporcelana emitidas por la casa Meissen para algunos municipios
alemanes tras la I Guerra
Mundial. Y es que la escasez de circulante metálico durante la contienda y los
años posteriores, provocada tanto por la concentración del esfuerzo económico
en la actividad militar como por el acaparamiento de moneda oficial, desembocó
en un uso masivo no solo del papel, sino también de otros materiales que
pudieran reemplazar a las monedas. Para hacernos una idea del problema, baste
decir que se utilizaron como moneda de cambio artículos como las fichas de
tranvía o sellos de correos empaquetados en cápsulas.
En realidad la evolución
de las monedas de emergencia alemanas tiene muchas similitudes con la de los
billetes notgeld. Se comenzaron a emitir a partir de 1916, aunque en muchos
casos se trataba de fichas (tokens) emitidas por empresas. Se tiene constancia
de más de 40 empresas emisoras de piezas metálicas, destacando la
del grabador y medallista de Nuremberg Ludwig Christian Lauer. En cuanto a las
emisiones públicas, que sí pueden considerarse propiamente monedas al ser
emitidas por una autoridad oficial, se calcula que más de 600 municipios
pusieron en circulación alrededor de 3600 piezas diferentes para uso local. En
esta página podéis encontrar un amplio listado de las mismas http://www.joelscoins.com/notgeld/notgeldger1.htm
Puede decirse que las
primeras monedas notgeld fueron una necesidad derivada de otra necesidad: los
billetes notgeld impresos a partir de 1914 se deterioraban fácilmente, lo que hacía
necesaria la utilización de otros materiales más sólidos. Así, las monedas
emitidas entre 1916 y 1918 fueron por lo general muy funcionales, con diseños
austeros que como mucho hacían referencia únicamente a símbolos locales como
heráldica, edificios o paisajes. Los materiales empleados eran principalmente
hierro, zinc y, en menor medida, aluminio. Los contratos de producción de
monedas fijaban la venta al peso, no por unidades, por lo tanto el número final
de monedas entregadas a las autoridades dependía en gran medida de las
características de la maquinaria empleada, como el tamaño y el grosor de las
planchas. Esto, unido al constante estado inflacionario de la economía alemana
durante y después de la guerra, nos puede dar una idea de la poca consideración
económica que estas monedas debieron tener entre la población.
A partir de 1918, tal y
como ocurrió con las emisiones en papel, la producción se empezó a dirigir más
al coleccionismo (y a las posibilidades de recaudación que este hecho
conllevaba) y no tanto a la circulación, con lo cual nos podemos encontrar con
diseños más elaborados y conmemorativos, así como los más variados materiales,
como la porcelana a la que aludía más arriba, el carbón (cuyas piezas son
enormemente cotizadas hoy en día), el bronce o el latón.
Entre 1921 y 1923 la emisión de estas monedas notgeld
decayó considerablemente por diversos motivos, como la progresiva introducción de moneda oficial o la hiperinflación, que limitaba casi todas las transacciones al papel. Hoy día es sencillo y normalmente asequible hacerse con ejemplares como los que muestro hoy en las imágenes. Al fin y al cabo, al igual que sucedió con los billetes de emergencia, estas monedas circularon durante un periodo muy corto de tiempo si es que lo hicieron, y es que muchas personas no pudieron resistir la tentación de nutrir sus colecciones particulares pese a las dificultades económicas que debían afrontar.
decayó considerablemente por diversos motivos, como la progresiva introducción de moneda oficial o la hiperinflación, que limitaba casi todas las transacciones al papel. Hoy día es sencillo y normalmente asequible hacerse con ejemplares como los que muestro hoy en las imágenes. Al fin y al cabo, al igual que sucedió con los billetes de emergencia, estas monedas circularon durante un periodo muy corto de tiempo si es que lo hicieron, y es que muchas personas no pudieron resistir la tentación de nutrir sus colecciones particulares pese a las dificultades económicas que debían afrontar.
Coffing,
C.L. World Notgeld 1914-1947 And other Local Issue Emergency Money – A Guide
and Checklist (2nd edition) 2011 Krause Publications
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