DINERO DE EMERGENCIA PORTUGUÉS
Con el tiempo que llevo
publicando entradas en este blog (algo más de año y medio) ya iba siendo hora
de dedicarle una entrada a nuestro vecino más cercano en términos no solo
geográficos sino también históricos y culturales: Portugal. Al preparar la entrada
de hoy me he dado cuenta de lo increíble que resulta que conozcamos (al menos
así me pasa a mí) tan poco sobre un país que, en muchos sentidos, ha tenido una
historia paralela a la nuestra.
El siglo XX es una muestra de
este paralelismo. A principios del siglo, dejó de lado la monarquía para poner
en práctica la experiencia republicana. Las dificultades económicas de los años
20-30 y sus consiguientes conflictos sociales desembocaron en un régimen
autoritario de tipo corporativista (inspirado en los regímenes fascistas del
momento) que duró más de 40 años. A mediados de la década de 1970 experimentó
una transición pacífica a la democracia y perdió sus últimas colonias
africanas. Diez años después consiguió ingresar en la Comunidad Económica
Europea, más adelante la UE.
¿Os suena esta historia?
Por supuesto, existen matices
importantes. Nuestra abolición de la monarquía fue 20 años posterior (y no
definitiva, como bien sabemos), y Portugal no pasó por una traumática guerra
civil, aunque sí hizo frente durante décadas a una tan sangrante como inútil
guerra colonial en África. Su transición a la democracia en 1974 se enmarcó
dentro de un proceso revolucionario incruento, mientras que la nuestra fue
dirigida “desde arriba” por las élites políticas del momento. Existe otra
diferencia no menor, que es la que hoy da sentido a esta entrada, y es que
Portugal, a diferencia de España, sí participó de forma activa en la
I Guerra Mundial.
Tradicionalmente Portugal ha
estado fuertemente vinculado a Gran Bretaña. Esta alianza se hizo patente tras
el estallido de la guerra en Europa en 1914. El gobierno portugués realizó una
incautación de barcos alemanes atracados en puertos portugueses, lo cual
provocó el inicio de hostilidades con Alemania en 1916. Los escenarios en los
que participó Portugal fueron el europeo, con el envío de tropas a Francia, y
África, en aquellas zonas donde compartía frontera con las colonias alemanas: Mozambique-Tanzania
en el este y Angola-Namibia en el oeste, utilizando la terminología actual. Las
pérdidas sufridas por los portugueses pueden considerarse pequeñas comparadas
con las que pudieran sufrir franceses o rusos, por ejemplo, pero para un país
de estas características (pequeño en territorio y población, con una economía
predominantemente agraria), el coste militar y humano de su participación en la
Gran Guerra fue altísimo, sobre todo si se
compara con las escasas (o nulas) compensaciones recibidas al finalizar ésta. Durante
los años posteriores a la guerra, la economía portuguesa se encontró al borde
del colapso, lo que trajo consigo inestabilidad política (en forma de golpes de
estado y gobiernos autoritarios) y conflictividad social.
En este contexto de crisis
financiera y escasez de dinero circulante se autorizó a entidades públicas y
privadas a emitir cédulas o billetes propios, canjeables por dinero oficial,
con el fin de dar un pequeño impulso a las economías locales. Los que presento
hoy aquí deben ser de alrededor de 1920 (no aparece fecha) y guardan muchas
similitudes en tamaño y diseño con sus contemporáneos notgeld o los billetes de la Guerra Civil española. Fueron
emitidos por el hospital de San José, una institución benéfica de Arcos de
Valdevez, localidad del norte situada en el distrito de Viana do Castelo cerca
de la frontera con España. Llama la atención la leyenda que aparece en el
reverso, “se es amigo do bem, inutilisa esta cedula” (“si eres amigo del bien,
destruye este vale”) que invita al portador a hacer un donativo indirecto al
hospital mediante la no reutilización o canjeo del billete.
Lo mejor de todo es que estos
billetes locales me han animado a informarme más y repasar acerca de la
historia reciente de Portugal, un país en el que uno siempre se siente como en casa,
y del que sorprende comprobar a veces lo poco que sabemos de él. Por paradójico
que parezca, hay veces que la cercanía puede alejar…
De la Torre, H. & Sánchez Cervelló, J. Portugal en el siglo XX, Ediciones Istmo S.A. Madrid 1992
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