LA CUASI MONEDA ARGENTINA
Algo que nunca debemos descartar los coleccionistas de
curiosidades de la numismática (o la notafilia, como es el caso de hoy) es a
permanecer atentos a cualquier ocasión que se nos presente de encontrar algo interesante.
Cuando vamos a un establecimiento en busca de un artículo concreto, o
simplemente para matar el tiempo echando un vistazo, tendemos (al menos en mi
caso) a desdeñar los cajones de artículos variados sin clasificar, ya que damos
por hecho que no vamos a dar con nada que no tengamos ya. Desde monedas
europeas previas al euro a billetes
desgastados de poco valor de países sudamericanos o del Magreb, suele tratarse de artículos de poco valor con los que ya contamos, normalmente procedentes de
viajes lejanos en el tiempo, que aguardan en una caja su momento para ser debidamente catalogados,
si el tiempo y las obligaciones nos lo permiten.
Aún así de vez en cuando te llevas sorpresas. Hace poco,
comprobando el contenido de una de estos cajones en una numismática de Valencia, encontré el bono argentino que
podéis ver en las imágenes, y pensé que guardaría una historia interesante que
compartir. Afortunadamente no me equivoqué. Investigando un poco en la web, vi
que este bono se enmarcaría en el complejo mundo de las cuasi monedas, una
variedad de dinero local adaptada al caso de las crisis económicas argentinas.
Algo que la mayoría de los gobiernos de Latinoamérica han
asumido desde la década de 1980 ha sido la importancia de la lucha contra la
hiperinflación, fenómeno en el que la mayor parte de sus economías se han adentrado más de una vez. La
hiperinflación se produce en el momento en que las autoridades de una país aumentan el
suministro de dinero sin control de tal forma que éste pierde valor y los
precios aumentan de forma desproporcionada. Existen pocas dudas de que este
fenómeno, además de no favorecer para nada la marcha de la economía nacional, ataca
directamente el poder adquisitivo de la población, que ve cómo sus ganancias y
ahorros literalmente desaparecen en poco tiempo. En este sentido, las recetas
del FMI y otros organismos multilaterales ha incluido políticas de contención absoluta de la inflación con el fin de mantenerla siempre por debajo de los dos dígitos.
La economía argentina de finales del siglo XX estuvo
altamente condicionada por la Ley de Convertibilidad de 1991 que establecía la
paridad peso-dólar y requería la existencia de reservas para la emisión de
circulante como forma de garantizar la disciplina monetaria. De esta forma,
ante la falta puntual de liquidez las autoridades nacionales y provinciales se
vieron obligadas a recurrir a la emisión de bonos al portador que podían
contemplar el pago de intereses. Estos bonos de emergencia, apodados
posteriormente como cuasi monedas, tenían las mismas características físicas que
el peso, junto al que podían circular. De esta forma, por un lado, las distintas administraciones conseguían financiación con la cual podía hacer frente a sus obligaciones
inmediatas (como el pago de salarios públicos) y
por otro garantizaban el circulante sin aumentarlo, lo cual servía para
sostener el consumo.
Las cuasi monedas proliferaron en Agentina sobre todo durante
el cambio de siglo en el marco de una crisis económica que amenazó seriamente
su estabilidad política y social. Hubo tantas que fueron apodadas de distintas
formas dependiendo de su procedencia. Los bonos emitidos por el Gobierno
Federal recibían el nombre de lecop, acrónimo de Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales, mientras que los más populares entre los
provinciales fueron el patacón de Buenos Aires, el lecor de Córdoba, el federal
de Entre Ríos o el bocade de Tucumán. La que tengo hoy el placer de compartir
es un ejemplo anterior a esta crisis, ya que se trata de un bono de Tucumán expresado en australes, moneda que dejó de circular en 1992.
A partir de 2003,a medida que la economía se recuperaba, las
cuasi monedas dejaron de ser necesarias, pasando a ser absorbidas por el Gobierno Federal. A la hora de sacar conclusiones sobre esta experiencia, puede decirse que existe división de opiniones. Sus partidarios sostienen que las cuasi monedas garantizan la liquidez y promueven el consumo sin afectar en lo sustancial a la economía, e incluso se atreven a proponer su exportación a otras economías como forma de hacer frente a crisis financieras relevantes,
como la griega de 2015. No obstante, las cuasi monedas han recibido también
numerosas críticas, al considerar que inciden negativamente sobre las
expectativas económicas (una economía en la que se emite dinero de emergencia,
se llame como se llame, no da una buena imagen), tienen una clara limitación
geográfica y están siempre bajo el peligro del exceso de emisión por parte de las autoridades.
Una muestra, en cualquier caso, de que nunca llueve a gusto de todos, y menos aún en el plano económico.
https://es.wikipedia.org/wiki/Cuasimonedas
https://www.eleconomista.com.ar/2019-09-otro-delirio-argento-las-cuasi-monedas/
http://www.billetesargentinos.com.ar/articulos/cuasimonedas.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Cuasimonedas
https://www.eleconomista.com.ar/2019-09-otro-delirio-argento-las-cuasi-monedas/
http://www.billetesargentinos.com.ar/articulos/cuasimonedas.htm
Interesante la historia de las cuasimonedas, un cordial saludo José Ramón
ResponderEliminarMuchas gracias Adolfo, un saludo para ti también.
EliminarHola José buenas tardes.. Mi nombre es Mariano Casanova de Argentina..
Eliminarque gusto ver un bono argentino por Europa, yo tengo mucha información sobre las pseudo monedas o emisiones transitorias, también soy numismático, coleccionista de billetes y monedas
Buenos días Mariano, un placer saludarte, y gracias por comentar. Fue una sorpresa encontrarme con este bono, y más aún investigar acerca del mismo. Por tanto, si quieres puedes compartir aquí alguna información adicional acerca de las cuasi-monedas. ¿Las has utilizado alguna vez? Un cordial saludo desde la sierra madrileña :)
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