IMÁGENES DEL HANSATSU

Ahora que Curiosidades Numismáticas celebra su séptimo aniversario, y tratando de mantener la tradición autoimpuesta de dedicar a Japón la entrada que conmemora tan señalado acontecimiento, he decidido indagar un poco más acerca de aquello que me inspiró a iniciar y mantener este blog: el hansatsu, conocido popularmente como “dinero marca páginas” por motivos que sobra explicar. Si echáis un vistazo a mi primera entrada, sepultada ahora bajo las cerca de 250 que la sucedieron, os podréis dar cuenta de que lo único que pude conseguir en aquel momento fue enmarcar el dinero hansatsu en su contexto histórico y económico, así como ofrecer algunas pinceladas sobre el estilo y decoración que hacen de ello una verdadera obra de arte al alcance de cualquier coleccionista. No obstante, no encontré en aquel momento información acerca del contenido o significado de las ilustraciones que adornan este papel moneda, algo a lo que hoy, afortunadamente, puedo dar alguna respuesta.

En aquel ya lejano 2012 intuí que las magníficas ilustraciones que adornan este peculiar dinero local emitido por los han (territorios gobernados por señores feudales) durante la era Tokugawa (ss. XVII-XIX) hacían referencia a personajes y criaturas de trasfondo religioso o mitológico. Me alegra afirmar en 2019 que no iba muy desencaminado, como expondré a continuación.  

"Retrato de familia" de los Siete Dioses de la Fortuna
en un hansatsu. En el sentido de las agujas del reloj,
comenzando abajo a la izquierda: Hotei, Daikoku,
Jurojin, Bishamon, Benzaiten, Ebisu y Fukurokuju. 

Los personajes que aparecen de forma recurrente en el dinero hansatsu no son otros que los llamados “Siete Dioses de la Fortuna” (Shichifukujin), seres celestiales cuyos orígenes pueden encontrarse en diferentes religiones asiáticas, sobre todo en el hinduismo, el budismo y el taoísmo. Según la leyenda, los Shichifukujin viajan cada año nuevo del cielo a la tierra en un barco mágico (Takarabune) y durante tres días visitarán pueblos y ciudades repartiendo felicidad, buenos auspicios y fortuna en diferentes formas. Los objetos que llevan consigo para realizar esta entrañable labor son de naturaleza mágica y diversa tales como un saco sin fondo (kanebukuro), un mazo mágico que produce monedas al agitarlo (kozuchi), rollos de escrituras sagradas (makimono), un sombrero que otorga invisibilidad a los que lo llevan (kaguregasa) o un traje de plumas (hagoromo) que permite volar a aquel que pueda ponérselo, entre otros. 

Los Siete Dioses de la Fortuna poseen personalidades y atributos diferentes, normalmente relativos a aspectos concretos de la naturaleza humana y su dimensión espiritual, aunque su procedencia diversa (y a veces bastante difusa) hace que puedan surgir algunas similitudes entre si. A continuación pasaré a describir cada uno de estos personajes, incluyendo las imágenes que he encontrado entre mis billetes hansatsu. Uno de ellos, por cierto, incluye una "foto de familia" de los Shichifukujin, lo cual es de agradecer ya que unos son más recurrentes que otros.  

Benzaiten
Imagen de Benzaiten con seis brazos
Es la única mujer entre los Shichifukujin, y seguramente la más polifacética. Su origen se encuentra en el hinduismo, concretamente en la diosa Saraswati, y aparece representada de diferentes maneras. Una de las más habituales es con aspecto de geisha portando una biwa, instrumento de cuerda similar al laúd, ya que se le considera diosa de la música, las artes y la belleza. Otra versión de Benzaiten es la de defensora de la fe budista, con seis u ocho brazos (lo que delata sus orígenes hinduistas), portando diferentes objetos de naturaleza bélica como arcos, flechas, espadas o lanzas, combinados con otros relacionados con la buena suerte como joyas o llaves. Sus poderes se extienden también al agua, lo que le convierte en diosa de la agricultura y la abundancia. Benzaiten es venerada sobre todo por artistas (músicos, pintores, diseñadores) pero también por las geishas y los fabricantes de espadas. 

Daikoku
Ya tuve el placer de describir a este personaje en una entrada anterior, la que aludía al uso de arroz como dinero, y es probablemente el dios más habitual en los hansatsu. Es representado como un hombre sonriente y regordete, sentado sobre fardos de arroz y cargado con un enorme saco sobre sus hombros que contiene tres importantes cualidades: riqueza, sabiduría y paciencia. Sus orígenes se encuentran también en India, donde era conocido como Mahakala, divinidad protectora del budismo con aspecto fiero y oscuro que poco o nada tiene que ver con la afable semblanza que adoptó como Daikoku en la cultura japonesa. Se le ve normalmente sentado sobre fardos de arroz con forma cilíndrica, lo que le asocia a la agricultura como protector de las cosechas y también a las artes culinarias, siendo habitual encontrar su imagen en las cocinas. Es además la deidad favorita de mineros, trabajadores del metal, artesanos y comerciantes.   


Hansatsu con imagen de Daikoku
(arriba) cargado con el saco y sentado
sobre dos fardos de arroz 
Ebisu
Otro de los Dioses de la Fortuna más recurrentes de los hansatsu, es el único de ellos que tiene un origen netamente japonés. Se le representa generalmente vestido como un cortesano, incluyendo un característico sombrero doblado, y pescando, algo que llama la atención dada su apariencia formal. Como podemos ver en la imagen, se le puede ver utilizando la caña de pescar y rodeado de peces, algunos de cierta envergadura, símbolos de riqueza y abundancia. Como podemos imaginar, es el dios de los pescadores y marinos, pero también de abogados, mercaderes, coleccionistas y, al igual que Benzaiten y Daikoku, se le asocia a la agricultura y abundancia en las cosechas. 


Hasatsu con ilustración de Ebisu
(arriba) con caña de pescar y ataviado
con ropas cortesanas


Hotei
Es sin duda el que nos resultaría más familiar, pues su aspecto es el típico del Buda obeso y sonriente. Su origen se encuentra en China, posiblemente como un sacerdote Zen del siglo X llamado Kaishi conocido por la prominencia de su barriga y sus dotes como adivinador. De hecho, es el dios de los adivinos, así como de los taberneros, políticos y cocineros, y se le considera protector de los niños.

Bishamon
Se le puede considerar el más belicoso de los Shichifukujin, ya que es representado con armadura y lanza, pero en realidad es el protector de los demás dioses de la fortuna así como de las virtudes de la religión budista y de la dignidad. Su origen es indio (Vaisravana) y suele portar, además de la lanza, una pequeña torre que contiene tesoros de índole espiritual como la fe, la sencillez, el honor y el sentido del deber. Es el dios preferido de policías, militares, personal sanitario y sacerdotes.
Fukurokuju
Probablemente el dios de aspecto más peculiar, ya que posee una frente desproporcionadamente grande en relación con su diminuto cuerpo. Se le representa entrado en años, calvo, con larga barba, ataviado con ropas tradicionales chinas y frecuentemente acompañado de animales como tortugas, serpientes o ciervos, símbolos de vida duradera. De origen chino, Fukurokuju representa, además de longevidad, sabiduría, suerte, felicidad y riqueza. Se le atribuyen poderes como la resurrección de los muertos y la inmortalidad, y es el favorito de jardineros, joyeros, relojeros y jugadores de ajedrez. 

Jurojin
Al igual que el anterior, representa longevidad y sabiduría aunque su aspecto es bien diferente ya que es mucho más alto. También su actitud dista mucho del ascetismo de Fukurokuju, ya que disfruta del vino, la comida, y la compañía femenina. Suele representarse portando un rollo de escrituras que contienen al parecer todas las acciones de los seres humanos así como su esperanza de vida. Entre sus seguidores se encuentran los astrónomos, ingenieros, científicos, contables, maestros, periodistas y jueces.

No cabe duda, tras completar esta entrada, que coleccionar dinero hansatsu es una excelente manera de familiarizarse con el folclore y la cultura popular japonesas, además de ofrecer una puerta al conocimiento de las diferentes religiones de Asia, íntimamente relacionadas entre sí. Y, por supuesto, nos permite disfrutar de verdaderas obras de arte oriental impresas en un papel moneda cuyo único fin era proporcionar un simple medio de pago a los habitantes del Japón de la era de los shogun y los samuráis. 


Mi especial agradecimiento a David Lok y su fantástica página web The Banknote Den, gracias a la cual he podido escribir esta entrada, y comprender mejor este fascinante a la par que misterioso dinero. 
http://www.banknoteden.com/TMFOM/Japan%20Shichifukujin.html
https://en.wikipedia.org/wiki/Seven_Lucky_Gods

Comentarios

  1. Muy interesante. Todo un placer leer este artículo, especialmente siendo un desconocedor de la cultura japonesa.

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    1. Muchas gracias Adolfo. El placer es mío, pues en muchas ocasiones tus artículos me han sido muy útiles para completar los míos y aprender más sobre numismática y coleccionismo. Un saludo

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  2. genial como siempre José Ramón,un saludo!

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    1. Gracias Adolfo. Ahora tengo un nuevo reto: encontrar un hansatsu con cada uno de estos dioses. De momento tengo tres, me faltan cuatro ;) un saludo

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