BILLETES CON (UNA) HISTORIA
A lo
largo de estos casi siete años de curiosidades, hemos tenido varias
oportunidades de comprobar el poder de los billetes como transmisores de
mensajes o reflejo del patrimonio artístico y cultural de países y civilizaciones.
El papel moneda deja más espacio para la creatividad y permite una mayor difusión,
ya que es menos costoso emitirlo que el circulante metálico. En este momento vienen a mi
cabeza numerosos ejemplos como las emisiones notgeld alemanas, en las que se reflejaban todo tipo de escenas cotidianas, satíricas o de la actualidad política propia del periodo inmediatamente posterior a la Primera Guerra Mundial, las series de pintores célebres de los billetes del franquismo o los billetes brasileños de los años 70-80, que además de sumar ceros por los efectos de la hiperinflación de la época dedicaban su espacio a honrar músicos y escritores.
Anverso y reverso de 1 yuan del Central Bank of China de 1936 |
Hay veces, sin embargo, que no debemos quedarnos en la simple imagen del billete porque es posible que al analizarlo descubramos un contenido más profundo e interesante. Es lo que me ha sucedido con el billete de hoy de 1 yuan de 1936, emitido por el Banco Central de China durante la época convulsa de la República dirigida por Chiang Kai Shek. Los billetes chinos de este periodo pueden resultar un tanto repetitivos ya que por lo general están dominados en su anverso por la omnipresente figura de Sun Yat Sen, considerado el fundador de la China moderna. El de hoy decidí adquirirlo por su atractivo reverso, que a simple vista pudiera parecer un alto en el camino que hacen unos viajeros en sus carros tirados por caballos. Pues bien, se trata de mucho más que eso, porque uno de esos viajeros es el mismísimo Confucio, sin lugar a dudas el pensador más influyente de la historia del gigante asiático.
Retrato de Confucio (wikipedia) |
"Solo cuando
se investiga se extiende el conocimiento; solo cuando se extiende el
conocimiento los pensamientos son sinceros; solo cuando los pensamientos son
sinceros las mentes se rectifican; solo cuando las mentes se rectifican el
carácter de la persona se cultiva; solo cuando el carácter se cultiva reina el
orden en las familias; solo cuando reina el orden en las familias los estados se
gobiernan de forma correcta; solo cuando los estados se gobiernan de forma
correcta reina la paz en el mundo."
Precisamente este carácter sincero de los pensamientos es la idea central del artículo de hoy, reflejada en el reverso del billete, que ilustra el encuentro que tuvo Confucio con un niño llamado Xiang Tuo. Un día en que Confucio viajaba en varios carros tirados por caballos con algunos de sus discípulos se encontró en el camino con este niño, que al parecer construía un castillo de arena en medio de la carretera. Cuando Confucio le pidió que se apartara el niño le respondió: "¿Desde cuándo un castillo debe dejar paso a un carro? Desde siempre han sido los carros los que han debido rodear el castillo para poder pasar al otro lado"
Sorprendido por la espontaneidad de Xiang Tuo, Confucio se detuvo y decidió conversar con aquel muchacho de 7 años, al que le dirigió una serie de preguntas con el fin de poner a prueba su intelecto. Cuando le preguntó "¿Qué montaña no tiene rocas?" su respuesta fue "Una montaña de arena".
- "¿Qué cuerpo de agua no tiene peces?"
- "El agua del pozo"
- "¿Qué vaca no da a luz?
- "Una vaca hecha de barro"
- "¿Qué clase de hombre no tiene esposa?"
- "Un ángel no tiene esposa"
- "¿Qué clase de mujer no tiene marido?"
- "Un hada no tiene marido"
- "¿Qué ciudad no tiene funcionarios?"
- "Un castillo vacío"
Pero seguramente lo que le hizo al joven Xiang ganarse la admiración del maestro fue lo que sucedió a continuación. Cuando Confucio le propuso un juego de azar como forma de seguir probando sus habilidades, Xiang declinó la oferta afirmando lo siguiente: "Un rey que apuesta llevará a su reino a la ruina. Un agricultor que apuesta perderá su cosecha. Un estudiante que apuesta no atiende sus estudios. Apostar es una actividad inútil". Tanto le agradó la respuesta que Confucio no tuvo reparos en reconocer a Xiang Tuo como su maestro delante de sus discípulos.
Y es que esta historia, cierta o no, nos viene a recordar la importancia de algo que desgaciadamente olvidamos, y es escuchar a los niños cuando hablamos con ellos. Al no sentirse atados por las inseguridades, limitaciones o convencionalismos sociales propios de los adultos sus respuestas siempre son más sinceras y espontáneas ("los niños y los locos siempre dicen la verdad" dice el refrán), lo cual lejos de resultar un impedimento puede acercarnos más al verdadero conocimiento.
No está mal para un billete de 1 yuan, ¿no?
Referencias:
Para lo relacionado con el confucianismo:
Ceinos, P. Historia Breve de China, Silex Ediciones, Madrid 2006
https://asiasociety.org/education/confucianism
La historia de Confucio y Xiang Tuo la he encontrado en http://www.banknoteden.com/TMFOM/China.html, interesantísima página dedicada al estudio de los billetes y a su faceta cultural y simbólica.
Para lo relacionado con el confucianismo:
Ceinos, P. Historia Breve de China, Silex Ediciones, Madrid 2006
https://asiasociety.org/education/confucianism
La historia de Confucio y Xiang Tuo la he encontrado en http://www.banknoteden.com/TMFOM/China.html, interesantísima página dedicada al estudio de los billetes y a su faceta cultural y simbólica.
Increíble historia, geniales como siempre tus posts,un saludo José Ramón
ResponderEliminarGracias Adolfo, a partir de ahora voy a buscar mas billetes con historias interesantes. Si conoces alguno, no te lo calles ;) un cordial saludo
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