EL ORIGEN DE LA RUPIA

La rupia india es hoy día una de las monedas representantes de las llamadas "economías emergentes", países que durante los últimos años han experimentado un notable crecimiento económico gracias, entre otros factores, a su disponibilidad de recursos naturales, su alta tasa de natalidad y sus facilidades para atraer la inversión extranjera. India es un gigante asiático que en los próximos 20 años se convertirá con toda probabilidad en el país más poblado del mundo y en una de sus principales economías, por lo que es de esperar que su moneda oficial pase a ser una de las más influyentes del planeta.
Mapa de India que representa en rosa el Imperio Mughal a la muerte de Akbar (1605)
http://www.indmaps.com/history-of-india-map/akbar-empire.HTML


El origen de la rupia, curiosamente, se encuentra también en una época considerada como un referente en términos de expansión territorial y crecimiento económico, que no es otra que la era del Imperio Mughal entre los siglos XVI y XVIII. En 1526 fue derrocada la dinastía Lodi, última que dirigiera los destinos del languideciente Sultanato de Delhi, de la mano de Babur, primer emperador mughal. Los mughal, de origen turco y religión islámica, encontraron en Babur, hasta entonces gobernante de Kabul, el líder que daría el salto a la conquista de lo que quedaba del sultanato, que no era poco: nada menos que el norte del subcontinente indio. Descendiente directo del gran conquistador turco-mongol Tamerlán, y tras recibir la llamada de facciones contrarias al sultán Ibrahim Lodi, le derrotó en la batalla de Panipat en 1526 haciéndose en pocos años con el control de Delhi, el Punjab y la llanura gangética hasta Bengala, además de Afganistán. Durante todo el siglo XVI el Imperio Mughal luchó por afianzarse y expandirse por todo el subcontinente, para lo cual se pusieron en marcha una serie de reformas que no pueden entenderse sin centrarse en la figura de un soberano que paradójicamente no formaba parte de esta dinastía: Sher Shah

Anverso de la rupia de plata de Jahangir de 1616,
con el nombre del soberano
Sher Shah, gobernador afgano de Bihar en el noreste, aprovechó un momento de inestabilidad  para someter a todo el norte de India en 1540, expulsando al segundo emperador mughal Humayun. Su reinado fue corto (apenas un lustro) pero con toda justicia pasó a la Historia por las profundas reformas que puso en marcha en los ámbitos económico, fiscal y administrativo, que sirvieron para afianzar el poder mughal años después. Se implantó un sistema impositivo eficiente, basado en informes detallados sobre las tierras cultivadas (principal fuente de ingresos estatales) y en una recaudación constituida por tasas fijas, a diferencia del sistema anterior que la dejaba en manos de funcionarios locales que exigían a los campesinos tanto como pudieran aportar. Al mismo tiempo se avanzó en la centralización del estado con medidas que servían para articular un territorio por lo general tendente a la fragmentación: así, se impulsó la construcción de carreteras y se configuró el territorio en distritos, dirigidos por funcionarios enviados desde la capital. 

Una de las reformas de mayor calado de Sher Shah fue precisamente la monetaria. Dentro de sus ambiciosos planes para dinamizar la economía y favorecer la meritocracia frente al estancamiento social, Sher Shah impulsó el establecimiento de una nueva moneda de plata. Gracias a las grandes cantidades de este metal acumuladas durante sus conquistas, sustituyó el devaluado y desacreditado tangka por la rupia (del sánscrito rupya o rupaka, es decir, "moneda de plata") de 11,4 grs. de peso, y revitalizó el numerario de cobre (paisa) con piezas consistentes de unos 20 grs.

El depuesto Humayun no se resignó a su destino y con la ayuda de los persas se reorganizó y recuperó el trono para su dinastía en 1555. Fue Akbar (“el Grande”), su hijo, quien durante un largo reinado de medio siglo (1556-1605) consolidara el poder mughal y ampliara el territorio hasta someter de forma efectiva a la mayor parte del subcontinente. Para ello los mughal no dudaron en inspirarse en el reformismo de Sher Shah, continuando su minuciosa política fiscal, profundizando en sus reformas administrativas centralizadoras y reorganizando un poderoso ejército que ampliara las fronteras al sur hasta el río Godavari en el actual estado de Maharashtra.


En el caso de la moneda, los mughal también tomaron como ejemplo la reforma de Sher Shah, confirmando a la rupia de plata como unidad de referencia y estableciendo equivalencias fijas con el mohur de oro y el dam de cobre: 1 mohur equivalía a 10 rupias y cada rupia a 40 dam. Este sistema, que favorecía claramente los intereses de las clases populares, no consiguió consolidarse debido a la caída del valor de la plata durante la segunda mitad del siglo XVI (en la cual  el descubrimiento español de las minas de Potosí tuvo mucho que ver) que literalmente dejó el cobre fuera de circulación. Aún así, la rupia de plata permaneció como la unidad monetaria de referencia en India durante todo el periodo mughal y de dominación británica.
La moneda que aparece en las imágenes es una de estas rupias de plata, en concreto del periodo del emperador Jahangir, hijo y sucesor de Akbar, que reinó entre los años 1605 y 1627. Pesa 11,2 grs. y tiene un diámetro de 21 mm. Según la descripción del vendedor mostraría en el anverso el nombre y título del emperador y el reverso el lugar de acuñación (Lahore, actualmente en el norte de Pakistán) y la fecha de emisión: año 1025 de la Hégira según el calendario musulmán, que corresponde al año 1616. La influencia persa en el estilo de esta rupia es evidente, con unos relieves pronunciados y adornos florales que le confieren una belleza única. 

Reverso de la rupia de plata de Jahangir, que indica el
nombre de la ceca y el año de emisión. Está decorado con
adornos florales
La época de Jahangir se considera en muchos aspectos de continuidad, pues su acción se limitó a mantener los territorios heredados de su padre y a continuar con las políticas centralizadoras que sustentaban la expansión mughal. Fue considerado un monarca de gran sensibilidad para las artes y la belleza natural pero en muchos sentidos indolente y dado a los placeres terrenales. Tanto, que descuidó en gran medida los asuntos de estado dejándolos a su esposa Nur Jahan (cuyo nombre llega a aparecer en algunas monedas). Ésta fue responsable del ascenso en la corte de la llamada facción iraní, cuya influencia se dejó sentir no solo en la política sino también en las artes y el pensamiento. 

Pese a su aparente falta de iniciativa, Jahangir ensayó algunas reformas monetarias como la acuñación de piezas de plata de mayor peso y tamaño: el jahangiri y el sawai, que pesaban respectivamente un 20 y un 25 % más que la rupia. Al mismo tiempo quiso imprimir mayor belleza y variedad a las piezas de oro y plata con la representación en ellas de los signos del zodiaco. Todo un legado numismático que hoy día fascina a los coleccionistas de moneda india y en general a los apasionados de la Historia de este inmenso país. 


Embree, A.T. y WIlhelm, F. India: Historia del subcontinente desde las culturas del Indo hasta el comienzo del dominio inglés, Historia Universal Siglo XXI vol. 17 Madrid 1981

Early World Coins & Early Weight Standards, by Robert Tye, published by Early World Coins, York 2009

http://coinindia.com/galleries-jahangir.html

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