EFECTOS DE LA HIPERINFLACIÓN (IV): HUNGRÍA
Debo confesar que cada vez
encuentro más interesante la colección de billetes de
hiperinflación. Al tratarse de un dinero emitido en grandes
cantidades y por tanto muy depreciado es fácil hoy en día hacerse
con ejemplares a precios muy razonables. Además, reflejan a la
perfección momentos de inestabilidad económica de un país, lo que
los convierte en curiosidades históricas (y además, por qué no
decirlo, sirven muy bien para impresionar a amigos y conocidos en
cualquier reunión).
Anverso y reverso de billete de 1 millón de milpengö (1.000.000.000.000) |
Cuando elaboré la
entrada acerca de la hiperinflación de Zimbabwe de 2007-2008 pensé
que nada podría superar semejante depreciación de una moneda
nacional pero me equivoqué de cabo a rabo cuando descubrí el
ejemplo de Hungría de 1945-1946. Los datos de esta hiperinflación
son realmente inabarcables para la mente humana. Aquí van unas
pinceladas: en el verano de 1946 la inflación conoció su punto
álgido situándose en un 13,6 cuatrillones % (13,600,000,000,000,000
%) mensual, aproximadamente un 150,000 % diario, la depreciación
de la moneda de entonces, el pengö, llegó hasta 10 elevado a -27 y
el valor facial más alto en un billete fue de 100 quintillones de
pengö (1 seguido de 20 ceros). En estas circunstancias, puede
afirmarse que el dinero en circulación perdió enteramente su valor.
Tras la II Guerra
Mundial Hungría pasaba, como muchas otras naciones, por momentos
difíciles. Aliados de la Alemania nazi, los húngaros no sufrieron
en gran medida las consecuencias de la guerra hasta 1944, momento en
que Alemania se encuentra en retroceso ante el avance soviético.
Además de convertirse en campo de batalla, Hungría fue
económicamente exprimida por los alemanes literalmente hasta el
final de la contienda, llevándose todas sus reservas financieras, o
lo que quedaba de ellas.
Así, a mediados de
1945 Hungría se encuentra con la devastación de su tejido
industrial y productivo, unas arcas públicas vacías y una deuda
astronómica con la Unión Soviética en forma de reparaciones de
guerra. Las opciones que tenían las autoridades económicas húngaras
eran escasas, pero se volcaron enteramente en una en la que tenían
cierto poder de decisión: el aumento del dinero en circulación. Las
cifras que presento a continuación reflejan el aumento de billetes
en circulación desde finales de 1945 al verano de 1946. No es broma,
lo he contrastado con diferentes fuentes:
01/01/1946: 1.646.000
28/02/1946: 5.238.000
31/03/1946: 34.002.000
30/04/1946: 434.304.000
31/05/1946: 65.589.000.000
30/06/1946:
6.277.000.000.000.000
31/07/1946:
17.300.000.000.000.000.000
Anverso y reverso de billete de 100 millones de milpengö (100.000.000.000.000) |
La consecuencia inmediata
de este aumento fue una inflación disparada. De todas formas, el
gobierno húngaro tomó una serie de medidas para intentar contener
este proceso:
- A finales de 1945 se dispuso que todos los billetes de valores de 1000 pengö o superiores serían eliminados a no ser que contuvieran un sello oficial que se conseguía pagando 3 veces el valor facial del billete. Por ejemplo, si un particular quería validar un billete de 1000, tenía que entregar al gobierno 3.000. Esto redujo la circulación y detuvo de manera efectiva la inflación aunque por muy poco tiempo.
- A principios de 1946 se introdujo el Adopengö (traducido literalmente como “pengö-impuesto”) que consistía en una unidad de cuenta independiente para el pago de impuestos con el fin de proteger los ingresos públicos de la inflación. El Adopengö equivalía al pengö regular multiplicado por un índice de precios diario que medía la relación entre los precios del momento y los correspondientes al 1 de Enero de 1946. Pronto los bancos empezaron a ofrecer depósitos en Adopengö a sus clientes: los clientes depositaban su dinero en pengö corrientes y al retirar sus fondos recibían lo depositado multiplicado por el índice explicado más arriba, con lo que no perdían poder adquisitivo. El problema fue que se abusó demasiado de este recurso, con lo que también terminó fuera de control. De hecho, en Junio de 1946 el gobierno puso en circulación el Adopengö, contribuyendo aún más al proceso inflacionario.
Anverso y reverso de billete de 1000 millones de milpengö (1.000.000.000.000.000) |
La inflación era tan
desmedida que los nuevos billetes fueron ajustando su denominación a
los cada vez más altos valores faciales. Así, con el fin de
simplificar lo más posible las cuentas y ahorrar ceros en los
billetes, apareció el milpengö, equivalente a un millón de pengö,
y posteriormente el b-pengö, equivalente a un billón de pengö
(considerando el billón como millón de millones). Los ejemplos que
podéis ver en las imágenes corresponden a billetes de milpengö de
Mayo-Junio de 1946. Tenemos un millón de milpengö, es decir,
1,000,000,000,000 de pengö o un trillón (siempre en términos
anglosajones); 100 millones de milpengö, o sea 100,000,000,000,000
de pengö o 100 trillones; y mil millones de milpengö, es decir,
1,000,000,000,000,000 de pengö o un cuatrillón. El billete de valor
facial más alto que vio la luz fue el de 100 millones de b-pengö:
el 1 seguido de 20 ceros. Para nosotros equivaldría a 100 trillones
pero en el mundo anglosajón se referirían a esta cifra como 100
quintillones, que impresiona aún más.
No es difícil deducir que
este proceso era insostenible. El 1 de Agosto de 1946 Hungría adoptó
el forint, equivalente a la friolera de 400 octillones de pengö (400
seguido de 27 ceros), cuya convertibilidad al dólar estaba asegurada
con reservas de oro y moneda extranjera.
El caso húngaro de
1945-46 es interesante porque, si bien la hiperinflación normalmente
encuentra sus causas en la incompetencia e irresponsabilidad
monetaria de las autoridades de un país, aquí cabe discutir si fue
intencionada con el fin de revitalizar la economía húngara. Lo que
hizo básicamente el gobierno de entonces fue canalizar esta gran
cantidad de dinero a los bancos y a las empresas a un interés muy
bajo o en forma de subsidios, con el fin de estimular la inversión y
el empleo. De hecho, a finales de 1946 Hungría encontró cierta
estabilidad económica y su capacidad de producción restaurada a
niveles similares a los años previos a la guerra. Quién sabe si en
este caso concreto la emisión indiscriminada de dinero fue la opción
menos mala...
Allen, L. Encyclopedia of Money,
Greenwood Publishing Group 2009 (pp. 221-223)
Grossman, P. & Horvath, J. The
Dynamics of the Hungarian Hyperinflation 1945-6: A New Perspective,
Butler University Libraries (1-1-2000)
http://digitalcommons.butler.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1029&context=cob_papers
Muy buen trabajo!! Felicidades!!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar mi blog, y por tu comentario :-) Recibe un cordial saludo,
EliminarUn blog muy trabajado
ResponderEliminarMuchísimas gracias, siempre intento escribir con el mayor rigor posible. Recibe un cordial saludo
Eliminarimpresionante algo parecido lo que esta pasando en mi pais venezuela la hiperinflación en venezuela causada por el banco central de venezuela y el gobierno
EliminarCierto, y desgraciadamente será un caso que en algún momento trataré en mi blog, de cómo la irresponsabilidad de los gobernantes puede destruir la economía de todo un país. Un saludo
Eliminarbuen blog,esta muy bien redactado,mis felicitaciones
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario y por visitarme, un saludo cordial
EliminarExcelente, un muy buen caso que sería interesante estudiar para validar la hipótesis al final del artículo: ¿Puede ser una hiperinflación el camino de salida de una crisis? Es bastante impresionante que recuperaran tan rápido valores de su economía previos a la guerra, siendo que fueron parte del campo de batalla.
ResponderEliminarMuy interesante artículo, seguí así!
Muchas gracias Pablo. En algunos casos la hiperinflación ha podido ayudar a estimular y dinamizar la economía de un país durante un tiempo, el problema es que no es sostenible. Y, desde luego, ha sido en casos muy contados, por lo general hiperinflación es sinónimo de caos, ruina y empobrecimiento. Recibe un cordial saludo
EliminarMuy interesante la información del blog,funge de referencia para realizar cierta analogía con la política económica adoptada por el gobierno de Venezuela, que aún sigue ensayando fracasados modelos...
ResponderEliminarBuenos días, efectivamente, todavía algunos creen que "darle a la máquina de hacer billetes" puede ser una solución aceptable a los problemas económicos, mientras que no es más que una huida hacia adelante. Gracias por tu comentario, un cordial saludo
EliminarGracias! Excelente artículo, igual colecciono billetes de crisis, saludos!
ResponderEliminarUn placer, para billetes de hiperinflación (a buen precio y fáciles de encontrar) puedes consultar varios artículos que he publicado en este blog. Recibe un cordial saludo
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