LAS CIPREAS: DINERO DEL MAR
Hay momentos en que cuando uno analiza el uso de dinero a
través del tiempo debe dejar de lado la Historia y entrar de lleno en el terreno la Antropología. Las
preguntas que uno se hace ya no son del tipo ¿por qué aumentó la inflación en
cierto país en un determinado momento? o ¿por qué ciertas localidades o
comunidades se vieron obligadas a emitir su propio dinero en otro momento?. Con
curiosidades como la de hoy nos llegamos a preguntar cosas como ¿por qué los
seres humanos comenzaron a utilizar dinero? o ¿qué material o materiales son
más idóneos como moneda circulante?
Detalle del dorso (arriba) y base (abajo) de una cypraea moneta de 15 mm. de longitud |
La cypraea moneta,
bautizada así por el zoólogo sueco Carl Linnaeus en 1758 precisamente por el
uso que muchos pueblos hacían de ella, es un pequeño molusco (aprox. 15-20 mm de largo) que se puede
encontrar en grandes cantidades en toda la zona tropical de los océanos Índico
y Pacífico, desde África Oriental hasta América Central pasando por India y
Filipinas. Su caparazón se distingue por tener en su base blanca una abertura
dentada y un dorso de color amarillo verdoso. Muchas veces muestra un anillo
anaranjado en el dorso, lo que le hace muy similar a otra especie de ciprea, la
cypraea annulus, que también se ha
utilizado como dinero.
Debido a su abundancia, el caparazón de este molusco se ha
utilizado como moneda de cambio generalmente de poco valor, aunque este valor
podía aumentar según se adentraba hacia el interior. Se contaban y medían en
diferentes unidades dependiendo de la época y el lugar. Charles Opitz, en su libro/catálogo
“Odd and Curious Money” pone algunos
ejemplos interesantes: en bazares de Malé (islas Maldivas) una kotta consistía en 12.000 caparazones
equivalentes a una rupia. En Bornu (África Central) a mediados del siglo XIX un
rotl consistía en una ristra de 32
caparazones, y 120-130 rotl equivalían un thaler
“Maria Theresa” de plata, moneda austriaca de mediados del siglo XVIII
utilizada habitualmente en el comercio internacional de la época.
Las cipreas, como cualquier otra forma de dinero, no fueron
inmunes a los fenómenos de la falsificación y la devaluación. La sobreexplotación
de la pesca de la cypraea moneta y
posteriormente de la cypraea annulus
en las costas orientales de África durante los siglos XVIII y XIX conllevó una
progresiva pérdida de valor de esta peculiar moneda en las zonas del interior. El
comercio de esclavos en África de la época refleja de manera tan clara como
lamentable esta devaluación: un esclavo pasó de cotizarse a 10.000-30.000
cipreas en 1680 a
40.000-50.000 en 1710. Varias décadas más tarde, en 1770, el coste ascendía a
160.000-176.000 cipreas.
La cypraea moneta (izda.) comparada con la cypraea annulus (dcha.) El parecido es considerable |
En el caso de las imitaciones (no sería del todo correcto
hablar de “falsificaciones” puesto que no había una ceca oficial que emitiera
este dinero), se conocen reproducciones chinas de cipreas en diversos materiales:
piedra, hueso y metales como bronce y plomo, aunque estas últimas son más difíciles
de encontrar. Parece ser que estas reproducciones fueron más frecuentes en las
zonas del interior, allí donde las cipreas encontraban más difícil acceso.
Las cipreas han sido hasta fechas recientes dinero circulante en diferentes lugares del Pacífico (Papua Nueva Guinea, Nueva
Caledonia, Hawai) y África Occidental. En el mundo globalizado de nuestros días
este tipo de dinero lo tiene mucho más complicado para competir con el dinero
oficial, pero es de justicia reconocer que permaneció como moneda de cambio
habitual entre diferentes pueblos y culturas durante un largo período de
tiempo. Su estudio dentro del campo de la numismática es sin lugar a dudas un
estudio no sólo de las relaciones económicas y comerciales sino también de la
propia naturaleza humana.
Odd and Curious Money, descriptions and values, by Charles J Opitz, 2nd Edition 1991, pp. 37-38
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