LA CALIGRAFÍA EN LAS MONEDAS CASH

Después de todos mis análisis de la historia de la moneda china, ha llegado el momento de centrar mi atención en un aspecto que hasta el momento solo he explicado de pasada, pero que no es en absoluto un tema menor en la numismática oriental. Una de las diferencias más apreciables que podemos establecer a priori con la numismática europea o del subcontinente indio es la aparente ausencia de imágenes: las monedas cash, salvo en contadísimas excepciones, no contienen figuras alegóricas o simbólicas sino caracteres que informan sobre su peso (más teórico que real muchas veces) o reflejan el reinado bajo el que se emitieron. No obstante, más allá de estas diferencias, las monedas chinas contienen una gran dosis de expresión artística como veremos a continuación.

Moneda huo quan de principios del siglo I.
Pueden distinguirse los caracteres huo (
)
a la derecha y quan (
) a la izquierda
en caligrafía sigilar
Es inevitable, cuando nos encontramos con cualquier texto escrito en chino, sentir cierta fascinación al contemplar un sistema de escritura tan distinto al nuestro. Si en algún momento decidís aprender este idioma, no esperéis encontrar en su sistema de escritura una lógica similar a la de nuestro alfabeto. De hecho, no existe un “alfabeto” chino como tal, ni un sistema fonético. El lenguaje escrito chino se compone de miles de caracteres (alrededor de 50.000, muchos de los cuales apenas se emplean) provenientes de pictogramas (es decir, dibujos simplificados de objetos), ideogramas (combinación de varios pictogramas que representan ideas) y logogramas (caracteres que representan por sí solos una palabra o morfema, que por lo general se componen de un radical que les da significado y otro componente que indica pronunciación). Estos últimos son los más representativos del sistema de escritura chino, un sistema que debe aprenderse con paciencia a base de reescribir y memorizar caracteres.
Seguramente esta es la parte más difícil del aprendizaje de este idioma, pero es también lo que le aporta una belleza singular, pues la caligrafía china ha evolucionado como un arte en sí mismo. Los primeros pictogramas surgieron durante la Dinastía Shang en el segundo milenio antes de Cristo, y con el tiempo se desarrollaron notablemente desde formas primitivas y rudimentarias hacia un sistema más estandarizado, en el que las representaciones escritas se simplificaban y se hacían más simbólicas. De esta forma apareció durante el periodo de los Estados Combatientes (475-221 a.C.) la escritura sigilar o de sello, conocida así porque era la escogida para los sellos personales. Se caracteriza por su grado de abstracción (dejando atrás los aspectos más figurativos de la escritura arcaica) así como sus proporciones: todos los caracteres adoptaban una forma rectangular y tenían el mismo tamaño, dominando los diseños simétricos y paralelos. La victoria de Qin Shihuang en 221 a.C. supuso, además de la unificación territorial de toda la China Antigua, la uniformización en otros muchos aspectos como el de la escritura, de tal manera que se promovió el sistema sigilar como el oficial para todo el imperio. Seguramente los nuevos tiempos de unificación tras una época convulsa exigían orden en todos los ámbitos, y la escritura sigilar aportaba orden y armonía al lenguaje escrito.
Moneda kai yuan tong bao (Dinastía Tang,
s. VII). Los caracteres
开元通宝 se
leen arriba-abajo-derecha-izquierda
y muestran la caligrafía clerical o lishu
La invención del papel en el siglo I d. C. trajo consigo cambios significativos en la escritura, como no podía ser de otra manera. El papel dejaba más espacio para escribir, y el uso del pincel posibilitaba nuevas formas de trazo. A finales de la Dinastía Han (206 a.C. - 220 d.C.) apareció la caligrafía lishu o clerical, que, mediante un trazo más igualado estaba destinada a facilitar el trabajo de los escribas. Comparada con la escritura sigilar, la lishu ofrecía unas formas más rectas pero al mismo tiempo más onduladas, lo cual le aportaba una estética más dinámica y ligera. 

Pero fue durante los siglos siguientes a la Dinastía Han, una época recordada por la desunión y la inestabilidad, el momento en que las formas de expresión caligráfica alcanzaron su cénit en cuanto a creatividad y variedad como consecuencia de las innumerables posibilidades que ofrecía el uso del pincel. A partir de ahora se dejan atrás los aspectos prácticos y los calígrafos se centran en los estéticos, aportando mayor belleza a unos caracteres que toman formas cada vez más cursivas. 

La primera de estas formas cursivas fue la escritura regular o kaishu, caracterizada por su elegancia y formas estilizadas, con ocho trazos básicos que imprimían una forma más cuadrada a los caracteres y al mismo tiempo los inclinaba ligeramente hacia arriba y a la derecha, realizando una perfecta combinación de dinamismo y armonía. Las escrituras semi-cursiva (xingshu) y cursiva informal (caoshu) hacían hincapié en la rapidez de los trazos y posibilitaban una mayor creatividad y originalidad. En estas formas de escritura los movimientos del pincel son rápidos y sin pausas, y los trazos presentan diferentes grosores dependiendo de la presión que se ejerza sobre el pincel. En la caligrafía cursiva informal muchas veces dos o más caracteres podían unirse en un solo trazo, haciéndose difícil distinguirlos. 

Todo esto tuvo su repercusión en la numismática, algo que se puede apreciar en la propia evolución de las monedas cash. Las primeras monedas presentaban una caligrafía sigilar, tal y como muestran las ban liang, wu zhu y las diversas formas monetarias surgidas durante el reinado de Wang Mang (7-23 d.C.). Las nuevas formas de caligrafía se incorporarían a las monedas posteriormente. En concreto, la escritura clerical o lishu pudo verse por primera vez en las monedas kai yuan tong bao, la aportación monetaria por excelencia de la Dinastía Tang (618-907 d.C.) y no sería hasta la Dinastía Song (960-1127 d.C.) cuando se incorporarían los demás estilos de escritura, siendo habitual encontrarnos con la misma moneda con formas caligráficas diferentes, tal y como puede comprobarse en las imágenes de debajo. En la primera tenemos dos monedas zhi ping yuan bao de 1064-1067 emitidas bajo el emperador Ying Zong, la de la izquierda con caligrafía sigilar y la de la derecha con caligrafía clerical


Zhi ping yuan bao, en este caso leido arriba-derecha-
abajo-izquierda:
治平
元 宝
En la segunda imagen tenemos tres monedas sheng song yuan bao correspondientes al reinaado del emperador Huizong emitidas entre los años 1101 y 1106. Las de la izquierda y la derecha presentan un estilo de caligrafía regular mientras que la del centro se enmarca en la sigilar: 


Sheng song yuan bao, leido arriba-derecha-abajo-izquierda 圣 宋元宝
Teniendo en cuenta que la caligrafía china es una forma artística en si misma, la variedad caligráfica que caracteriza a las monedas cash medievales les dota de una riqueza histórica y belleza estética incomparables. Para mí ha sido un verdadero placer preparar este artículo que no quiero concluir sin agradecer sinceramente a mi profesora de chino Rocío toda la ayuda y referencias que me ha proporcionado para comprender el contexto y el sentido de las diferentes formas caligráficas que se sucedieron en la historia de China. 老师谢谢!

http://confuciomag.com/monedas-chinas-caligrafia
http://www.metmuseum.org/toah/hd/chcl/hd_chcl.htm
http://primaltrek.com/
Cast Chinese Coins, A Historical Catalogue, D. Hartill, Trafford 2005

Comentarios

  1. me parecen monedas adelantadas a su época,no sólo por su diseño,también por toda la carga histórica tras ellas,un saludo

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    1. Muy acertado lo de su adelanto en el tiempo, especialmente en su estética: el agujero central ha sido extensamente imitado en las monedas de distintos países durante el siglo XX. Gracias por tu comentario, un saludo

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