DINERO HUNDIDO
De vez en cuando nos llegan noticias, no exentas de carga polémica, sobre hallazgos de barcos hundidos en las profundidades del océano. El atractivo mediático es comprensible: un antiguo buque hundido no solo es una reliquia histórica en si misma, testigo mudo de un accidente o de una batalla naval, sino que además puede contener un cargamento con posible valor arqueológico. Si además su pertenencia enfrenta a naciones antiguamente rivales, o aparecen de por medio las famosas empresas de cazatesoros, el conflicto está prácticamente asegurado. Imagen del SS Breda, construido en 1921 y hundido en 1940 (https://www.jbanks.co.uk/) Cuando sucede algo así, siempre buscamos respuestas en el derecho internacional. No obstante, puede tratarse de un ejercicio bastante estéril. Al tratarse de un tipo de ley cuyo cumplimiento depende en gran medida de la buena voluntad de los estados implicados, las soluciones suelen dilatarse indefinidamente, más aún cuando dichas soluciones puedan ir directame