MONEDAS SUPERSTICIOSAS (II)
Anverso del "Mercury dime" de 1940 |
Aunque
normalmente nos alejemos de las supersticiones al considerarlas como comportamientos irracionales, es normal darnos cuenta de que, en ocasiones, podemos caer en ellas. Al fin y al cabo, ¿cuántas veces hemos considerado como un buen augurio encontrar una moneda en el suelo, sin importar el poco valor que ésta tenga? o ¿en cuántas ocasiones hemos lanzado una moneda a una fuente con la esperanza de que nuestra suerte cambie a partir de ese momento? Ya en la
anterior entrada sobre este tema vimos que las monedas reúnen una
serie de características que hacen de ellas talismanes en potencia para los que
las portan: son de pequeño tamaño y de materiales perdurables, poseen un valor
teórico o real y suelen estar cargadas de simbolismo. A lo largo de la historia
las monedas de plata han tenido un papel muy destacado como amuletos o protectores
frente a la mala suerte o amenazas de tipo espiritual.
En Estados Unidos la moneda de 10 centavos (dime) de plata conocida popularmente como "Mercury dime" es famosa por representar este papel. Emitida por primera vez en 1916, poco antes de que el país iniciara su intervención en la Primera Guerra Mundial, pretendía plasmar junto con sus contemporáneas de cuarto y medio dólar formas artísticas novedosas, alejadas de la rigidez y formalidad que habían caracterizado a los diseños de Barber anteriores. La alegoría de la Libertad seguiría apareciendo en los nuevos diseños, pero de una forma completamente distinta, tanto que en el caso de la moneda de hoy mucha gente ni siquiera pudo identificarla correctamente como veremos a continuación.
Reverso del "Mercury dime", con el fasces y la rama de olivo |
Adolph Weinman fue el encargado en 1915 de diseñar la nueva moneda de diez centavos. Lo
que pretendía plasmar este escultor en el anverso de la pieza era el concepto de libertad de pensamiento añadiendo alas al gorro frigio de la alegoría
que representa la Libertad. El reverso, por su parte, reflejaría un
fasces, símbolo romano de autoridad (aún no había sido concebido el fascismo en
la vieja Europa, pero no tardaría en llegar) coronado con un hacha como símbolo
de preparación para la guerra, aunque acompañado de una rama de olivo representando
el deseo de paz. Tal y como hemos comprobado en numerosas ocasiones, la
simbología numismática norteamericana está llena de estos pequeños detalles…
El apodo
que recibió esta moneda nace, sin embargo, de un malentendido. Las alas en el
gorro frigio de la Libertad confundieron a muchos particulares, que pensaron
que se trataba del dios romano Mercurio, normalmente representado con un casco
o gorro alado. Mercurio (Hermes en la mitología griega) era el dios del
comercio y las finanzas, así como de las comunicaciones y los juegos de azar.
Quizá por este motivo se asoció a esta moneda con la buena suerte económica,
especialmente si reflejaba un año bisiesto (como la de la imagen), convirtiéndose
en un popular amuleto en casinos y salas de juego.
El
Mercury dime se emitió entre 1916 y 1945, año en que se decidió homenajear al
recientemente fallecido presidente Roosevelt con unos nuevos diez
centavos (y también, curiosamente, fue el año en que el fascismo fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial). La moneda continuó circulando hasta la década de 1960, momento en que las piezas de plata comenzaron a ser progresivamente retiradas. No obstante, el Mercury dime siguió su propio camino en los bolsillos de visitantes de casinos y, por supuesto en los álbumes de coleccionistas, que la consideran con razón como una de las piezas más bellas que jamás ha emitido el US Mint.
Tengo algunas monedas antiguas como la de 10 centavos 1940, quiero venderlas si alguien está interesado(a) puede comunicarse al (813) 476-8388 idioma español.
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