NOTGELD SOBRE EL NOTGELD
En ocasiones, bajo el título "homenajes numismáticos," hemos podido acceder en este blog a monedas y billetes que celebran al dinero de un país: Grecia lo hizo con sus dracmas, China con sus monedas azada y cuchillo y España con sus ases ibéricos . El notgeld, dinero de emergencia alemán del periodo 1914-1923 se caracterizó por cubrir prácticamente cualquier tema que pudiera interesar a la sociedad alemana de principios del siglo XX. En este sentido, teniendo en cuenta que ya en su momento fue un fenómeno social y un imán para coleccionistas, el notgeld debía también homenajearse a si mismo.
Y hace poco, gracias al coleccionista, vendedor y divulgador británico Anthony Gibbs-Murray, he conseguido encontrar un billete de estas características. No es extraño encontrar dinero notgeld alusivo al marco alemán de la época, en el que se destaca su progresiva pérdida de valor durante los años 1922-23. No es tan fácil, sin embargo, hacerse con un notgeld que haga referencia a su atractivo para el coleccionismo como este:
Por su parte, el reverso dice lo siguiente: "El plazo de circulación es ilimitado. Su caducidad se anunciará con 24 horas de antelación mediante toque de campana de la plaza del ayuntamiento. Lo más seguro es no aceptar el dinero. No se permite la falsificación de este billete y no se emitirán más de un millón de ejemplares. Llamada de larga distancia: Elbe 3220. CARL H. LANGE, sellos y dinero de emergencia, HAMBURGO." Debajo podemos ver el comienzo de la fila de interesados delante de la puerta del comercio con "cargamentos" de notgeld en burro o carretilla.
Gracias a esta brutal sinceridad y a un peculiar sentido del humor, el vendedor Carl H. Lange pudo dar cuenta, por un lado, de la popularidad que alcanzó el dinero de emergencia a principios de la década de 1920 y, por otro, de las dificultades que un pequeño comercio como el suyo debía hacer frente en una época de inestabilidad económica e inflación. Al final el señor Lange debió pensar: "si panaderías, ultramarinos o tabernas han recurrido al notgeld, con más razón lo podré hacer yo, que además me dedico a su compraventa."
Y, por supuesto, se agradece que más de 100 años después nos arranque una sonrisa en estos tiempos de incertidumbre. Un poco como los que les tocó vivir a los europeos de entonces.
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