MONEDAS POLÉMICAS (I)

Aprovechando la pausa de Semana Santa, he pensado que no sería mala idea lanzar una serie de curiosidades numismáticas que en su día pudieron causar polémica o provocar escándalo entre la sociedad y reacciones en el poder. No es un tema nuevo en este blog, de hecho vienen a mi memoria ejemplos como la moneda de 50 céntimos de peseta de 1949, célebre por sus flechas invertidas, o las monedas de dólar de Susan B. Anthony en Estados Unidos, conocidas popularmente como los Carter Quarters; no obstante me gustaría de ahora en adelante dedicar más espacio a estas emisiones, que demuestran la importancia de las sensibilidades sociales a la hora de seleccionar diseños. Hoy voy a centrarme en el caso de la moneda de cuarto de dólar de 1916, cuyo diseño, de singular belleza, se vio sometido a retoques de urgencia por motivos de lo que se viene en llamar “escándalo público”.

Anverso de un Standing Liberty Quarter de 1926,
ya con el torso cubierto
Alrededor de 1915, la Casa de la Moneda norteamericana consideró que era el momento adecuado para buscar un modelo nuevo en sus emisiones metálicas que reemplazara a los sobrios diseños de Barber. Así pues, los responsables del US Mint convocaron un concurso en el que resultó ser elegido el diseño del escultor Hermon McNeil, consistente en una alegoría de la Libertad en pie entre dos pedestales, sosteniendo una rama de olivo con la mano derecha y un escudo con la izquierda, lo cual trataba de sintetizar el deseo de paz con la preparación para la defensa (una prueba más de que los norteamericanos siempre han sabido compaginar muy bien el idealismo con el realismo). El reverso, por su parte, contaría con un águila batiendo sus alas, con siete estrellas a la izquierda y seis a la derecha en representación de los trece estados fundadores. El resultado fue una atractiva moneda de plata de 6,15 grs de peso y 24 mm. de diámetro que comenzó a circular a finales de 1916.


Anverso de la misma moneda
El problema surgió cuando el público (o, mejor dicho, una parte del mismo) apreció que la túnica de la Libertad dejaba descubierto su pecho derecho, un poco a lo Libertad Guiando al Pueblo del pintor Delacroix. Pese a que el nuevo siglo traía vientos de cambio en las artes plásticas de la mano del Art Nouveau, que favorecía la creatividad y una cierta relajación con respecto al estricto sentido decimonónico de moralidad, numerosos grupos consideraron inaceptable mostrar una mujer semidesnuda en las monedas. De esta forma, a los pocos meses de la puesta en circulación de estos nuevos cuartos de dólar, las autoridades competentes se vieron seriamente presionadas para realizar los retoques que aplacaran los ánimos del público, retoques que se encargaron lógicamente a su diseñador. McNeil optó por no dejar lugar a dudas y dotó a la Libertad de una cota de malla que cubría su torso hasta el cuello, como podéis apreciar en la imagen de arriba. El reverso también sufrió una leve modificación, pues se optó por darle una mayor simetría a un número tan complicado como el trece: cinco estrellas a la izquierda, cinco a la derecha y tres en el centro bajo el águila. 

Como viene siendo habitual en estos casos, no es solo lo anecdótico lo que llama la atención de esta moneda, sino también varias preguntas para las que no hay una respuesta clara. Por ejemplo, ¿por qué Mc Neil escogió un diseño tan poco habitual e incluso atrevido en la época? Seguramente sus motivaciones eran artísticas, pues como he señalado más arriba las nuevas corrientes artísticas daban pie a ello. Aunque, conociendo el gusto por el simbolismo en el imaginario norteamericano, quizá el pecho descubierto pretendía dotar a la Libertad de una imagen de pureza, apertura y simplicidad.

De forma similar, nos podemos preguntar por qué, al verse obligado a cambiar el diseño, colocó sobre el cuerpo de la Libertad una cota de malla en lugar de simplemente modificar el drapeado de la túnica para ocultar el pecho. Este es un asunto que destapa (valga la contradicción) muchas especulaciones. Quizá McNeil se vio influido por el contexto bélico del momento al cual su país se vio arrastrado, y necesitaba mostrar una Libertad más “guerrera” en un mundo consumido por la I Guerra Mundial. O quizá esta cota de malla era una forma sutil de protesta del escultor a causa de unos cambios que no deseaba realizar, pero a los que tuvo que someterse ante la sobreactuación del público y las autoridades.

Detalle de la Libertad con la cota de malla

También surgen preguntas acerca de la tardanza en la emisión. Parece ser que el diseño fue seleccionado a mediados de 1916 aunque no se comenzó la emisión de las nuevas monedas hasta finales de ese mismo año. ¿Tenían las autoridades monetarias otras prioridades en ese momento o les entraron repentinas dudas ante una posible reacción popular hostil hacia tan atrevido diseño? De nuevo, no tenemos una respuesta clara.

El Standing Liberty Quarter, como se conoce a esta moneda en inglés, se emitió hasta 1930 y, contrariamente a lo que podamos pensar, no es excesivamente caro hacerse con algún ejemplar original, pues se produjeron en cantidad suficiente como para que algunas de estas emisiones puedan ser asequibles a los coleccionistas de la actualidad. En cualquiera de los dos casos, lleve o no el pecho descubierto, se trata de una moneda con una historia muy interesante y una belleza realmente singular. 

¿Conocéis más ejemplos de monedas que causaron polémica en su día? Si es así, no dudéis en compartirlos en este espacio, cualquier aportación será muy bienvenida.  





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