JUGANDO CON EL DINERO RUSO DE ALAMBRE
Anverso del kopek de Pedro el Grande juntando dos monedas |
Una de mis primeras entradas en este blog estuvo dedicada al dinero ruso de alambre, acuñado entre los siglos XIV y XVIII, que se caracterizaba por su pequeño peso y tamaño, así como por tratarse casi siempre de acuñaciones incompletas. Esto se debía al hecho de que el grosor del alambre que se utilizaba para producir la moneda era de menor tamaño que la superficie del cuño (http://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com.es/2012/03/el-dinero-ruso-de-alambre.html)
Hasta hace poco solo tenía uno de estos kopeks de plata de principios del siglo XVIII, en el que aparece la parte delantera del caballo de San Jorge y la punta de la lanza en el anverso, y parte de la inscripción Zar y Gran Príncipe Pedro Alexeievich de Todas las Rusias. en el reverso. En la entrada del 1 de Marzo pasado proporcionaba una página web en la que aparecía una composición de varios reversos de tal manera que nos podíamos hacer una idea de como sería la leyenda entera si las monedas hubieran tenido más superficie http://www.calgarycoin.com/reference/peterwiremoney/peterwiremoney.htm
Esto me dio una idea. Yo jamás trataría de crear nada similar, puesto que mis capacidades informáticas son más bien limitadas. De esta manera, la única posibilidad que tenía de "completar" la moneda que tenía era simplemente... solicitando otra.
Reverso de las dos monedas de kopek juntas |
Pero tuve suerte, puesto que el kopek que me llegó mostraba en el anverso la parte trasera del caballo, y al propio San Jorge montándolo y sosteniendo la lanza (v. fotografía de arriba a la derecha). De esta manera, ya tengo casi completos el caballo (del cual solo me falta la cabeza) y su ilustre jinete. En cuanto al reverso, pude completar no toda pero sí en parte la leyenda, de modo que puede leerse la mayor parte de la inscripción. De hecho, la única línea que no se puede distinguir bien es la inferior, en la que debe leerse "todas las Rusias" (v. fotografía de abajo a la izquierda)
En fin, ¿quién podría decir que unos kopeks de la época de Pedro el Grande serían capaces de proporcionar tanto entretenimiento? Me pregunto si las personas que usaron estas monedas pensaron lo mismo en su momento, y se entretuvieron juntando varias para recomponer anversos y reversos. Es cuanto menos una reflexión interesante, ¿no?
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