ANÉCDOTAS BRITÁNICAS

Anverso de "florín gótico" de 1872
Ahora que nuestra querida Gran Bretaña sigue en todas las portadas, debatiéndose entre lo que llaman un Brexit duro y un Brexit blando, y en cuántos meses más de permanencia va a arrancar de la Unión Europea, si es que alguna vez la abandona definitivamente, voy a aprovechar para retomar algunos de sus aspectos numismáticos más populares, que últimamente he dejado bastante de lado. Ya hemos tenido la ocasión de ver por aquí una de sus piezas más impresionantes, el penique de cobre “rueda de carro” (cartwheel penny) cuyas dimensiones (28,3 grs. y 36 mm.) lo hicieron inviable para la circulación. O también el célebre “florín gótico” denominado así por su peculiar retrato del perfil de la reina Victoria y la caligrafía utilizada en las leyendas, con claras reminiscencias del arte bajomedieval.


Una de la cosas que jamás te enseñan en las academias de idiomas, ni siquiera en las más prestigiosas, y que aprendes solo cuando pasas una temporada larga en el Reino Unido, es el término de slang utilizado para su unidad monetaria, la libra. No es otro que “quid”, pronunciado “cuid” y con plural irregular: 1 quid, 20 quid.  Como suele pasar con el slang, es muy difícil establecer un origen etimológico exacto de este término, conviviendo varias teorías. La más verosímil es seguramente la más sencilla que, como nos podemos imaginar, sitúa la procedencia de quid en la forma latina de “que”, más concretamente en la expresión “quid por quo”, es decir, “una cosa por otra” aludiendo así a la faceta intercambiadora del dinero.

Precios de menú de una cafetería c. 1960
Fuente: https://www.historic-uk
El latín, curiosamente, está muy presente en el dinero británico todavía hoy, pese a que el inglés no es per se una lengua latina. Lo seguimos viendo en las leyendas de las monedas y hasta 1971 protagonizaba el peculiar sistema de precios resultado del sistema duodecimal vigente hasta entonces. Como vimos en su día, este sistema funcionaba básicamente con las equivalencias 1 libra = 20 chelines = 240 peniques. De esta forma, los precios se indicaban en las tres unidades, lo que acarreaba no pocas confusiones entre aquellos turistas acostumbrados a un sistema decimal, vigente en la mayoría de los países europeos desde el siglo XIX. ¿Cómo se indicaban los precios? Por ejemplo, si algo costaba 2 libras, 5 chelines y 4 peniques el cartel rezaba 2£ 5s. 4d o bien 2£ 5/ 4d. Bien, todas estas abreviaturas vienen del latín. El símbolo £ tenemos claro que significa “librum”. La s podríamos pensar que es el diminutivo de shilling (chelín en inglés) pero no sería exacto, en realidad hace referencia a solidus. No se trata de la unidad monetaria romana de oro del Bajo Imperio, sino de la llamada "marca sólida", muesca que se hacía a las barras metálicas para dividirlas en piezas de tamaño regular. Muchas veces, de hecho, se representaba a los chelines con esta marca "/" en lugar de la s. Por último, la d significa "denarius" y posteriormente "denier" en francés, unidad de plata de la que proviene el penique. 

Durante la dilatada época victoriana se realizó un intento de introducir la decimalización en el sistema monetario con la emisión del florín de dos chelines, es decir, la décima parte de una libra. El problema vino cuando en 1887 se intentó poner en marcha un doble florín de cuatro chelines, puesto que sus dimensiones y peso eran muy similares (solo 2 mm menos) al de la pieza de plata de más alto valor en circulación: la corona, equivalente a cinco chelines. Esto ocasionó no pocas confusiones, de tal forma que el doble florín fue apodado como "la ruina de la camarera" (barmaid's ruin), ya que era habitual que el personal de los pubs se confundiera y las tomara como coronas, devolviendo más cambio a los clientes, y posiblemente poniendo en riesgo su puesto de trabajo como consecuencia.  
Reverso de la corona "rocking horse" de 1935 

Y es precisamente la corona, moneda emblemática en Gran Bretaña donde las haya, la que me lleva a incluir la última anécdota por hoy. En 1935, para conmemorar los 25 años de reinado de Jorge V, se introdujo un peculiar diseño en el reverso de San Jorge avanzando  a caballo sobre un dragón alanceado muy al estilo art decó de la época. Sin embargo, esta adaptación a las corrientes artísticas de moda le jugó una mala pasada. Si bien el atractivo de esta corona es incuestionable, y no puede faltar en las carpetas de ningún coleccionista de moneda británica, la evidente rigidez de las figuras llevó a que esta pieza fuera conocida popularmente como "caballito" (rocking horse) por su parecido con el juguete infantil del mismo nombre. 

Y con estas anécdotas de un gran país que poco a poco se aleja de nosotros, me despido no sin antes desearos una feliz (aunque pasada por agua) Semana Santa. ¡Hasta pronto!

https://www.chards.co.uk/blog/common-names-of-british-coin-denominations/304
https://blog.oxforddictionaries.com/2016/05/18/origin-of-quid/
https://www.historic-uk.com/HistoryUK/HistoryofBritain/Decimalisation-in-Britain/

Comentarios

  1. Muy buen post he aprendido unos cuantos conceptos,muchas gracias y un saludo José Ramón

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    1. Yo también he aprendido algunas cosas, como el por que de las abreviaturas de los precios antes de 1971. Gracias a ti, Adolfo, un saludo

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