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Bloque de té de Mongolia, representando un taller (Odd & Curious Money, C. Opitz) |
A lo largo de la Historia, productos estimulantes o depresores han cumplido las funciones del dinero en diferentes partes del mundo. En este blog hemos dado buena fe de ello con artículos dedicados a los cigarrillos o a los granos de cacao, aunque también el alcohol o los granos de de café han sido utilizados en diferentes lugares como moneda de cambio. La entrada de hoy nos acerca a una forma de dinero muy extendida en diferentes partes de Asia hasta fechas relativamente recientes, que además contiene evidentes connotaciones religiosas, dada su relación con el budismo: los bloques de té.
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Bloque de té de la China comunista, anverso (Odd & Curious Money, C. Opitz) |
Efectivamente, no se trata de bolsas u hojas de té, sino de bloques similares en forma y tamaño a un ladrillo (de hecho, en inglés se utiliza el término brick para designarlos) o libro. La época en la que surgió no se conoce con exactitud, pero todo indica a que fue durante la primera mitad del siglo XIX, de forma continuada hasta bien entrado el XX. Su origen seguramente se sitúa en Tibet y Sichuan al sur de China y se extendió hacia Mongolia y Siberia al norte y Turkmenistan en Asia Central. Las razones del uso de esta peculiar forma de dinero-mercancía son las habituales en estos casos: se trataba de un bien preciado, muy ligado de hecho a la cultura budista, fácil de transportar (algo esencial para las culturas nómadas que lo empleaban), duradero, fácilmente divisible y podía consumirse en caso de necesidad, como veremos más adelante.
Aunque puedo mostrar algunas imágenes prestadas del Odd and Curious Money de C. Opitz, lo mejor para hacernos una buena idea es explicar su proceso de elaboración. Básicamente, se secaban las hojas de té al sol, se arrancaban del tallo y se pasaban al vapor para su fermentación mientras se trituraban las ramitas. Esta mezcla, junto con otras hierbas, se compactaba dentro de un molde de metal rectangular antes de calentarlo en el horno. En el sur de China, además se añadían elementos aglutinantes como estiércol o sangre de toro para darle mayor compacidad.
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Reverso del bloque de te de la China comunista, dividido en 16 (Odd & Curious Money, C. Opitz) |
Los tamaños y pesos podían variar, pero por lo general se situaban en los 25 x 20 x 2,5 cm (10 x 8 x 1 pulgadas) y podían pesar 2,5 ó 5 libras (es decir, 1,1 ó 2,2 Kg.). Una apariencia oscura era deseable, porque indicaba mayor calidad en el té, por lo que es habitual que a muchos bloques se les añadiera hollín para mejorar su aspecto. En muchos casos, como podéis observar en las imágenes, el "anverso" (aunque casi es más indicado denominarlo "portada") presentaba diferentes diseños y el "reverso" dividía el bloque en varias porciones a modo de tableta de chocolate con el fin de facilitar la divisibilidad para pagos menores. Si se hacía necesario, se podía consumir como bebida o comida, de hecho en Sibería este té era muy apreciado por sus propiedades curativas de enfermedades pulmonares.
¿Qué se podía adquirir con estos bloques de té? No es fácil establecer una tabla de valores en un contexto como éste, pero para hacernos una idea, con entre 2 y 5 bloques se podía adquirir una pipa y con 12-15 una oveja. Un caballo costaba 20 bloques y un camello entre 120 y 150. En Birmania un bloque equivalía a una rupia de plata y en Tibet a ocho tangkas. Este peculiar dinero-mercancía circuló hasta la II Guerra Mundial, tras la cual únicamente la China de Mao siguió produciéndolos como souvenirs. Sin duda, un interesante recuerdo para turistas de una forma de dinero adaptada a las necesidades de los pueblos nómadas de Asia central y oriental, culturas menguantes en un mundo cada vez más globalizado.
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Bloque de té chino (Odd & Curious Money, C. Opitz) |
Encyclopedia of Money, by Larry Allen, ABC-Clio Inc. Santa Barbara, California 1999
Odd and Curious Money, descriptions and values, by Charles J Opitz, 2nd Edition 1991
http://www.nbbmuseum.be/en/2009/08/teabrick.htm
http://www.banknoteden.com/TeaBrick.html
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