DINERO DE CINE

Ahora que he comenzado a ver la serie Ozark, acerca de un sufrido padre de familia norteamericano de clase media que se ve obligado a blanquear grandes cantidades de dinero para un narco, no he podido evitar pensar en los fajos de billetes que el protagonista se ve obligado a manejar. Cualquier película, o serie, relacionada con el crimen organizado que se precie debe contener escenas con grandes cantidades de papel moneda, dada la preferencia de los delincuentes por el dinero en efectivo. Muchos ejemplos me vienen a la mente: Casino, Donnie Brasco, El lobo de Wall Street... no obstante, fue una comedia la que generó titulares por culpa de los fajos de billetes de imitación empleados en sus escenas. Fue hace unos 20 años, a propósito de la segunda entrega de Hora Punta (Rush Hour, con Jackie Chan y Chris Tucker). Parece ser que durante el rodaje varios extras aprovecharon para hacerse con unos cuantos de estos billetes y utilizarlos en comercios locales haciéndolos pasar por verdaderos, lo que acarreó numerosos problemas legales para los productores y la empresa fabricante del dinero de pega. 


No es complicado encontrar "las siete diferencias" entre el dinero real (arriba) y el falso producido para la industria del cine: retrato de peor calidad, sellos simplificados, y por supuesto las notas aclaratorias: "solo para uso cinematográfico" y "este billete no es legal" 


No cabe duda que la empresa fabricante de ese dinero de pega (más técnicamente, dinero de utilería o prop money en inglés) hizo bien su trabajo. Nada de lo que se ve en el cine es cierto, pero precisamente ahí está su magia, en la capacidad para conseguir realismo en cada una de las escenas de una película. Creo que es posible afirmar que todas las películas que he visto en las que aparecen fajos de billetes siempre he tenido la sensación de que todo ese dinero era real, pero nada más lejos. Es (casi) siempre falso, pero la industria cinematográfica debe tratar este asunto con mucha precaución, ya que se acerca peligrosamente a los márgenes legales de la falsificación de papel moneda, un delito especialmente castigado en tanto en cuanto no solo constituye una forma ilícita de enriquecerse, sino también un daño de gran magnitud a la economía doméstica. 

Como norma general, no es dinero falso (y por lo tanto no hay delito) si se admite en la propia imitación, algo de lo que se aseguran siempre los cineastas por la cuenta que les trae. Esto es algo que se puede hacer de dos maneras: 

  • Mediante billetes imitativos, que en un principio pueden parecer reales en cuanto a color, diseño, textura o elementos de seguridad pero que al prestar atención aparecen notables diferencias. Por ejemplo, con retratos de peor calidad (como podemos ver en las imágenes), con el aviso "for motion picture use only" (solo para uso cinematográfico), firmas distintas o sellos retocados. Son los que más se utilizan, ya que por lo general las tomas no permiten mostrar los detalles de los billetes, sino su simple presencia en grandes cantidades. Ningún espectador, por observador que sea, va a notar las diferencias mientras disfruta de la película. 
  • ¿Qué sucede si, por motivos de guion, es necesario mostrar al espectador billetes más creíbles? En tal caso, se emplearán réplicas exactas, incluso con elementos de seguridad visibles y sin los retoques arriba mencionados... pero por una sola cara. La otra cara quedará en blanco para que nadie pueda tener la tentación de emplear estas imitaciones como medio ilícito de pago. 



Otro tanto cabe decir del billete de 20 dólares...



Para ganar realismo, los creadores de películas han prescindido muchas veces de trucos y decorados. Si Bertolucci rodó El último Emperador en la misma Ciudad Prohibida y Spielberg utilizó numerosas tomas de tiburones reales en Tiburón, es posible utilizar dinero real en las recurrentes escenas con fajos de billetes. En estos casos, simplemente se coloca en cada fajo un billete verdadero en la parte superior, mostrando el anverso y otro en la parte inferior mostrando el reverso, dejando entre medias todos los que no se ven, que por supuesto son imitaciones. 

Hoy día es sencillo para los coleccionistas encontrar billetes de cine en diferentes portales de internet por un módico precio. Eso si, mucho cuidado de no confundirlos nunca con los reales, algunos son verdaderas obras de arte. Cosas de la magia del cine...


Os dejo el siguiente vídeo, gracias al cual he podido aprender acerca de estas imitaciones para cine y televisión: 





Comentarios

  1. Fascinante el tema de esta entrada,yo mismo me he preguntado como lo hacían para mostrar esas cantidades de dinero en films y gracias a tu entrada ya me queda claro que las empresas de "prop money"hacen un trabajo espectacular para lograr ese parecido con el dinero auténtico,los ejemplos que has puesto son muy claros,disfruto mucho el vídeo también, realmente tienen inventiva, genial entrada, un cordial saludo José Ramón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti Adolfo. Ahora toca hacerse con alguno de estos billetes, que han entrado ya de lleno en el coleccionismo de notafilia. E imaginarnos en qué series o películas se pueden haber utilizado. Un cordial saludo y hasta pronto

      Eliminar
  2. Tus palabras han enriquecido mi vida. ¡Gracias infinitas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por el halago, y por leer mi artículo. Espero verte más por aquí, un saludo cordial

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares