HOMENAJES NUMISMÁTICOS: CHINA

Mapa de los estados de China durante la era de los Reinos 
Combatientes, ss. V-III a.C. (Cast Chinese Coins, D. Hartill)

Continuando con la línea que comencé en mi última entrada, tengo el placer hoy de presentar varios tributos que China ha dedicado a sus formas antiguas de dinero  a través de sus monedas y billetes. No es para menos, ya que como hemos visto en otras ocasiones, China es una de las civilizaciones que puso en marcha la moneda en un proceso paralelo y sorprendentemente coincidente al que se vivía en el mundo mediterráneo, es decir, en el otro extremo  del continente euroasiático.

Estos procesos, caracterizados por un desarrollo económico y comercial que requería de unos medios de pago fiables y socialmente aceptados, comenzó a finales del siglo VII y principios del VI a.C. en Lydia en Asia Menor. Más o menos al mismo tiempo, en la llanura central de la cuenca del río Amarillo, en una zona que aún controlaba la decadente dinastía Zhou y otros estados como Jin, Zheng, Song y Wei y que podría considerarse como el centro geográfico de la China de la Antigüedad, empezaban a circular las monedas con forma de azada (bu). Se trataría, es importante especificar, de la parte metálica de la azada, es decir, la pala y el mango que iría unido a la barra de madera. La elección de este objeto como medio de pago seguramente hay que encontrarla en el lugar central que la agricultura ha ocupado  siempre en la economía del mundo chino, con lo que no es de extrañar que instrumentos de labranza como estos sirvieran para efectuar transacciones económicas antes de la existencia de la moneda.


Anversos de las monedas de 1936-1942, con busto de Sun Yat Sen

Las primeras monedas-azada tenían unas dimensiones considerables, de alrededor de 9-10 cm de longitud y un peso de 25-35 g. Aún así, se podían distinguir de las azadas reales por dos características relevantes. Una, que eran emitidas por una autoridad, lo que se podía comprobar por sus inscripciones normalmente correspondientes a ciudades pero también a cifras, bienes  o títulos. Otra, que la aleación utilizada era distinta a la de los instrumentos agrícolas: su composición era principalmente de cobre (60 %)  pero se completaba con un 30 % de plomo y un 10 % de estaño, lo que hacía a estos objetos inviables para la agricultura, al ser  demasiado frágiles para ese uso.

Reversos de las monedas, con la moneda-azada

Con el tiempo, además de emitirse en mayor cantidad en  los estados del centro de China y llegar a  circular por otros estados vecinos, las monedas-azada fueron perdiendo peso y tamaño y suavizando sus formas, convirtiéndose en un dinero más fácil de transportar y por tanto de intercambiar. A partir de los siglos IV-III a.C. comenzaron a emitirse en algunos territorios monedas redondas con agujero central (redondo o cuadrado), entre ellos el estado de Qin, que adoptó el modelo ban liang (半兩medio liang). Este modelo sería el que finalmente se impondría a los demás a finales del siglo III a.C., una vez que Qin consiguió anexionar a todos sus vecinos.

Moneda-azada del
reverso (D. Hartill)
El modelo ban liang, de hecho sería el dominante en la historia monetaria de China hasta nada menos que el siglo XX: monedas de cobre redondas con agujero central cuadrado y caracteres a ambos lados del mismo, a los que posteriormente se añadirían dos más, uno arriba y otro abajo. La técnica de fabricación sería en todo momento el fundido, no la acuñación, y solo bien entrado el siglo XIX las autoridades monetarias comenzarían a plantearse la introducción de técnicas y maquinaria modernas de emisión de moneda. Una vez que la última dinastía, los Qing manchúes, fue depuesta y la república proclamada, la fabricación de moneda se ajustó plenamente a los patrones occidentales.

Son precisamente monedas modernas de mediados del siglo XX las que protagonizan la entrada de hoy. Esta serie que podéis ver  aquí fue emitida después de 1936,  un momento especialmente delicado porque, a diferencia de lo que pasó en la mayor parte del mundo, la República de China (en chino Zhōnghuá Mínguó  中華民) ya había entrado en guerra con una de las potencias del Eje, el imperio japonés. Muestran en su anverso a Sun Yat Sen, fundador del Kuomintang o Partido Nacionalista  y el año en numerales chinos desde la fundación de la República: 十五5 (año 25, 1936), 三十(año 30, 1941) y 三十一(año 31, 1942). El reverso muestra, y aquí está lo que nos interesa, además del valor facial (medio dólar, 20, 10 y 5 cts.) una imagen de una de esas monedas-azada a las que antes aludíamos. Lógicamente, no pude resistir la tentación de buscar esta pieza en los catálogos a mi disposición y afortunadamente la pude encontrar. Según Cast Chinese Coins de D. Hartill se trataría de una pieza del estado de Han, emitida entre 350 y 250 a.C. que refleja los caracteres qí  a derecha y bèi a izquierda. Bèi, es necesario puntualizar, significa concha o caparazón, y es un carácter muy recurrente en el dinero de la China de la Antigüedad debido al uso de cauríes para este fin. Formaría parte por tanto de las últimas y más abundantes denominaciones de menor peso y tamaño, aproximadamente 5-6 g. y 4-5 cm.



Billete del Banco Central de China de 1 yuan de 1936, decorado con
monedas-azada en los márgenes



Moneda del  billete
de 1936 (D. Hartill)
Y no sería este el único homenaje que la joven república dedicaría a su dinero antiguo. Un interesante billete de 1936 que tuvimos el placer de mostrar en este blog hace cosa de un año, también incluye las monedas-azada como parte de su decoración. La elección de este tipo de monedas no es casual, ya que se trata de un billete que muestra una escena protagonizada por una  de las personalidades más influyentes que China ha podido alumbrar a lo largo de su historia: Confucio. Un pensador que sin duda fue testigo de los comienzos de la circulación de moneda en China ya que nació en 551 y falleció en 479 a.C. Hablamos del billete de 1 yuan del Central Bank of China  de 1936  con la escena de Confucio conversando con elniño Xiang Tuo. Si enfocamos sobre los márgenes del anverso, podemos ver una serie de monedas-azada contemporáneas de la que aparece en las monedas anteriormente mencionadas pero con caracteres distintos. Para ser exactos, y siempre según el catálogo de Hartill, esta bu mostraría un carácter dividido en dos: Liang () , que haría referencia al estado de Liang, vecino del norte de Han.

Logo del Banco de Taiwán
No cabe duda que las formas de dinero antiguas de China, tanto sus azadas como sus cuchillos, cauríes,  o las célebres monedas cash han dejado una profunda huella en la cultura y el imaginario colectivo de aquel país. De hecho, aún hoy podemos ver esa huella en Taiwán, sucesor de la malograda República de China, más concretamente en el logotipo de su Banco Central. Sería un claro ejemplo del célebre dicho inglés old traditions die hard.



Les Monnaies de la Chine Ancienne, F. Thierry, Les Belles Lettres, Paris 2017
Cast Chinese Coins, A Historical Catalogue, D. Hartill, Trafford 2005

Comentarios

  1. Hola,muy curioso este post de las monedas azada,me han parecido muy curioso que apareciesen tanto tiempo después en billetes y monedas un cordial saludo José Ramón

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  2. Hola Adolfo. Se trata de algo muy presente en el imaginario colectivo chino, pues fueron formas de moneda utilizadas durante siglos, incluso retomadas brevemente cuando finalmente se impusieron las monedas cash. Un saludo,

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  3. Como diferenciar las falsificacines modernas de las autenticas antiguas? Ya que ambas son fundidas, creo que es imoisible diferenciarlas porque no podemos saber si ese estilo del molde es antiguo o moderno

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    1. Es sin duda un tema que preocupa a muchos coleccionistas ahora que la moneda oriental se está popularizando. Efectivamente, es más fácil hacer buenas imitaciones de moneda china antigua que occidental, de hecho desde la década de 1980 han surgido muchas falsificaciones de gran calidad, imitando incluso patinas y composición metálica de las diferentes épocas. Mi opinión es que hay que ser cuidadosos si vamos a adquirir piezas orientales de cierto valor, estudiando antes las piezas y quién nos las vende. Las baratas no suelen ser un problema ya que dada su abundancia y bajo precio no son material atractivo para la falsificación. Un saludo

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