CUESTIÓN DE ORGULLO: BILLETES DE OCUPACIÓN Y PROPAGANDA
Se dice mucho, y es cierto, que el dinero ha ido unido a la propaganda desde su invención. Nada tan cierto como en el siglo XX, que será recordado por muchas cosas, entre otras dos: la generalización de la emisión de dinero fiat (es decir, sin un respaldo de metales preciosos, basado en la confianza del estado que lo emite) y el recurso a la propaganda por parte de los gobiernos, muy especialmente en tiempos de guerra.
El dinero que emiten las potencias ocupantes de un territorio tiene una doble finalidad. Por un lado, es una demostración de fuerza y hechos consumados: una país que fuerza a una población extranjera a utilizar el dinero que aquél emite lanza el mensaje de que son ellos los que mandan ahora. Por otro, deja claro que trata de menoscabar la economía del país invadido. Durante los siglos XIX y XX los países invasores en tiempo de guerra emitieron su dinero de ocupación sin ningún respaldo ni promesa de redención, de tal forma que obligaban al ocupado a sufragar los gastos resultantes del conflicto.
Los billetes de la discordia: los franceses no toleraban que un dinero que no habían emitido ellos incluyera la leyenda "Émis en France" y la bandera tricolor. |
La Segunda Guerra Mundial nos proporciona infinidad de ejemplos en este sentido, tanto por un bando como por el otro. El ejemplo perfecto de papel moneda como forma de explotar una economía invadida pudo verse con las potencias del Eje: Alemania, Japón, y en menor medida Italia inundaron los países ocupados con un dinero de nulo valor (se llegó a apodar como "dinero de Mickey Mouse" en Filipinas) que los invadidos se veían forzados a utilizar. No obstante, en el momento en que las tornas cambiaron, este dinero de ocupación pudo ser utilizado por los Aliados en su guerra psicológica contra el enemigo. Hoy día los coleccionistas pueden fácilmente acceder a billetes de ocupación japoneses con la sobreimpresión en inglés: THE CO-PROSPERITY SPHERE - WHAT IS IT WORTH? (La Esfera de Co-prosperidad - ¿Qué valor tiene?, aludiendo al nombre oficial de la difusa unión asiática libre de occidentales que Japón pretendía liderar) lanzado desde el aire por los norteamericanos sobre Filipinas a medida que el país era liberado.
Esta es precisamente lo que diferenciaba a ambos ejércitos contendientes de la II Guerra Mundial: mientras unos (las potencias del Eje) sometían, los otros (los Aliados) liberaban. Dejando a un lado el caso de la Unión Soviética, que "liberaba" países de forma muy condicionada, los Aliados occidentales tenían la pretensión de favorecer la viabilidad e independencia de los estados temporalmente ocupados. Esto exigía la emisión de papel moneda provisional que sustituyera el utilizado durante la ocupación nazi o japonesa, lo cual fue por lo general bien visto por la población. Pero hubo una excepción: Francia.
Emisión de 50 francos de 1944, incluyendo la leyenda "Émis en France" |
Francia fue uno de los dos países que inicialmente plantaron cara a Hitler en 1939, pero fue derrotada a mediados de 1940. El general Charles de Gaulle, en su célebre "Llamamiento del 18 de Junio", llamó a los franceses a no aceptar esta derrota y a unirse al Reino Unido en la resistencia. Aunque este llamamiento fue idealizado después (se calcula que hubo tantos franceses resistentes como colaboracionistas entre una mayoría abrumadora que aceptó el armisticio de forma pasiva) sin duda tuvo repercusión en el espíritu de la Resistencia y dotó de legitimidad a de Gaulle para gobernar la Francia de posguerra. Su imagen protagonista tras la liberación de París en 1944 habla por si sola en este sentido.
El famoso "Día D" (6 de Junio de 1944) fue la operación que materializó esta liberación, y la vuelta efectiva de Francia a la lucha contra Alemania. Una de las cosas que los norteamericanos llevaron a las playas de Normandía fue el nuevo dinero provisional que los franceses debían utilizar en las zonas liberadas. Se trataba de la operación Tom Cat, llevada a cabo bajo las órdenes del general Eisenhower, y lógicamente se había gestado en el más absoluto secreto. El secreto fue tal que disgustó sobremanera a uno de los mayores beneficiarios directos de la liberación de Francia: el propio de Gaulle.
La segunda y última emisión de estos billetes provisionales eliminó "Émis en" así como la bandera francesa en el reverso (Imagen de: https://es.numista.com/) |
Éste, cuando se percató del diseño de los billetes provisionales, mostró su más profundo desacuerdo. Winston Churchill mencionó en sus memorias que el general no pudo perdonar que incluyeran la referencia "émis en France" (emitido en Francia) y la bandera tricolor, ya que se trataba de papel moneda fabricado en Estados Unidos (concretamente por la Forbes Lithograph Manufacturing Company de Boston) lo cual era visto como una injerencia intolerable. La invasión alemana había herido el orgullo de Francia, pero una actitud condescendiente por parte de los Aliados podía ser dolorosa también.
Como consecuencia, en la siguiente emisión de Junio de 1945 tanto la bandera como la leyenda "émis en" fueron borradas. Poco importó en cualquier caso, ya que la circulación de estos billetes sobrevivió poco tiempo al final de la guerra. Aún así, da fe de cómo el dinero de ocupación puede ser ofensivo incluso para tus propios aliados.
Banknotes at War, by James Mackay, published by Stanley Gibbons Currency Ltd. London 1977
Comentarios
Publicar un comentario