CONMEMORATIVAS VS. BULLION

Desde que comencé con mis curiosidades numismáticas ha sido una constante comprobar cómo diferentes periodos de crisis acontecidos durante el convulso siglo XX han transformado el dinero para siempre. El final de la era del patrón oro en 1971 supuso la consagración del dinero fiduciario o fiat como referente, dejado atrás de forma irreversible el dinero mercancía o aquel con valor intrínseco, único que hasta la fecha había podido garantizar la estabilidad monetaria de los países. El dinero, en moneda o en papel, dejaba de ser un valor seguro y pasaba a poseer aquel que le otorgara la entidad emisora (el estado), basándose su empleo en la confianza que los particulares tuvieran en esa entidad. 

Antes de llegar a este punto, era habitual que en tiempos de crisis estos particulares atesoraran la moneda metálica (oro y plata principalmente) dejando para la circulación el dinero fiat (papel moneda en muchos casos) confirmando la máxima de la llamada ley de Gresham, según la cual la "moneda mala" desplaza siempre de la circulación a la "moneda buena", que tiende a acumularse en los hogares como valor seguro. Podría parecer que el "Nixon shock" de 1971 terminaría con esta costumbre, pero si algo ha demostrado el ser humano a lo largo de la Historia es que los hábitos arraigados son muy difíciles de revertir. El oro y la plata seguirían existiendo, y fluctuando en los mercados de forma independiente a las autoridades monetarias, con la oferta y la demanda como únicas normas aceptadas. 

Moneda de plata de 10 euros de 2003, 
conmemorativa de la Constitución de 1978

Por supuesto, la ley de la oferta y la demanda es sensible a una gran variedad de factores, lo que incluye las acciones de los estados. El oro se cotiza en dólares, por lo que todo lo que le suceda a esta moneda va a influir en su precio. Por ejemplo, un dólar devaluado puede resultar en un mayor atractivo del metal precioso, mientras que un dólar fuerte puede tener el efecto contrario.  Otros factores que afectan al valor de los metales preciosos son la estabilidad geopolítica (desgraciadamente, los dos últimos años han sido excelentes para invertir en oro), la aparición o cierre de yacimientos o la demanda de productos de joyería. Todo influye, pero los precios del oro y la plata (éste último sensiblemente inferior) se suelen mantener estables y, lo más importante, seguros.  

Moneda de plata de 2000 pts. conmemorativa
de Miguel de Cervantes (1997)

Esta es la premisa de las monedas bullion, nuestro tema de hoy. "Bullion" es un término inglés que hace referencia al metal precioso en lingotes. No es sencillo para un particular poseer uno, pero afortunadamente tiene a su disposición monedas de tipo conmemorativo emitidas principalmente en oro y plata pero también en otros metales como platino o paladio. Invertir dinero siempre es arriesgado, ya que suele dejarse en manos ajenas (las acciones de una empresa son un buen ejemplo). No es así con las monedas bullion, gracias a las cuales el particular se asegura tener consigo en todo momento el objeto de su inversión. Como el valor de los metales es susceptible de subir (o bajar) el particular realmente invierte su dinero, no lo ahorra. 

Si para los particulares el bullion puede ser una oportunidad de inversión, para el estado es una forma de obtener beneficios. De hecho, la idea de emisión de moneda bullion surgió en Sudáfrica en el año 1967, un momento en que el país se encontraba en serias dificultades para vender su oro en los mercados internacionales debido a las sanciones por sus políticas de apartheid. El krugerrand fue la primera moneda bullion de oro que se puso a disposición de inversores de todo el mundo a la que posteriormente siguieron otras como la Maple Leaf de Canadá, el Panda chino, la Eagle estadounidense o la Britannia de Reino Unido. España se sumó en fechas recientes a esta ola con el "lince ibérico", recuperando en el reverso nada menos que uno de nuestros diseños más universales: el columnario de los reales de a ocho del siglo XVIII. 

Reverso de nuestra primera moneda bullion, 
indicando de forma explícita peso y pureza
(fuente: FNMT)


Tras enterarme de esta novedad, me planteé la posibilidad de que algunas de mis monedas conmemorativas de plata de la FNMT pudieran considerarse como un artículo de esta categoría. Y la respuesta es negativa. La diferencia se encuentra tanto en la pureza del metal como en el objetivo de la emisión. En el caso de la moneda bullion, lo relevante es la cantidad de metal fino incluido en ella, siempre indicado de forma expresa en una de las caras, que lógicamente suele reflejar una gran pureza Se trata, en definitiva, de un lingote de pequeño tamaño y su único fin es el relacionado con la inversión. La metrología de estas monedas se basa en la onza troy, es decir, 31,104 g. pudiendo encontrarse ejemplares de diferentes valores (nuestras monedas bullion son de una onza, pero en el mercado puede encontrarse moneda bullion de dos, media o un cuarto de onza).  No es el caso de las monedas conmemorativas, de las que se resalta más su valor numismático y están por tanto dirigidas al coleccionismo puro y duro, aunque por lo general son objetos que no van a perder valor y pueden considerarse como una interesante forma de ahorro (pero no tanto de inversión). 

Aunque la moneda bullion poco tiene que ver con el coleccionismo, siempre resulta una opción interesante para los coleccionistas que al fin y al cabo se dejan una considerable cantidad de dinero en sus aficiones. Y nos recuerda que la naturaleza original del dinero está muy lejos de desaparecer. 


Guía de indicación al coleccionismo de monedas (FNMT): 

https://www.fnmt.es/documents/10179/38801/Guia_del_coleccionista.pdf/7da61ed7-0e82-48e6-8541-b72087559ef2

https://www.vivemasvidas.com/finanzas/educacion/que-es-un-bullion

Blog Numismático: 

https://blognumismatico.com/2021/10/08/krugerrand-moneda-invertir-oro/

https://blognumismatico.com/2021/10/22/la-primera-moneda-bullion-espanola/

Comentarios

  1. Excelente entrada,las monedas que has escogido son muy hermosas a la vista,y si,las conmemorativas siempre me parecieron monedas muy atractivas para coleccionar,sea cual sea su formato o valor facial,las bullion por supuesto son otro nivel,como bien comentas,enfocadas a la inversión,como un deseo me gustaría tener todas las bullion más importantes sobre todo las que citas en la entrada,por cierto la bullion patria es muy hermosa el lince y el escudo que es muy visual y llamativo,gran moneda, aprendo mucho leyéndote, saludos cordiales José Ramón

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    1. Gracias como siempre, yo de momento me voy a dedicar más a las conmemorativas, más al alcance de mi bolsillo :) eso sí, hay que reconocer que la primera bullion española es una maravilla, no podían haber escogido un reverso mejor. Un saludo,

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  2. Tu blog ha sido un regalo continuo en mi viaje de aprendizaje.

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    1. Y espero seguir siéndolo. De hecho, para mí el aprendizaje es precisamente escribir aquí y compartir lo que aprendo. Muchas gracias por tu comentario, un saludo

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