FICHAS DE FINCA DE GRAN BRETAÑA
Hay veces que me preguntan, y yo me pregunto a mí mismo, las razones por las que hace justo nueve años me dio por comenzar a compartir curiosidades numismáticas (y de la notafilia, cabe añadir) en este espacio. Las razones para iniciar un blog pueden ser muchas, y cada uno tiene las suyas, pero escribir de forma regular durante un periodo tan prolongado puede convertirse a veces en un verdadero reto. Lo que hace falta para superar este reto son fuentes inspiradoras, y una de las mías siempre ha sido Coincraft.
Este establecimiento, estratégicamente situado en frente del Museo Británico en Great Russell Street me llamó la atención una de las últimas veces que visité Londres allá por 2009. En aquel momento estaba interesado casi exclusivamente en la numismática de la Antigüedad, romana y en menor medida bizantina, y la oferta que Coincraft ponía a disposición de sus clientes en este campo era abrumadora. De lo que no me percaté fue que Coincraft era mucho más que una tienda de monedas antiguas. Era un Museo Británico a pequeña escala, un lugar que, de forma intencionada o no, mostraba a los coleccionistas artículos de cualquier lugar del mundo y de muy diferentes épocas. Dinero de emergencia, monedas medievales del subcontinente indio, billetes de la Revolución Francesa o las más variadas formas monetarias del sureste asiático podían encontrarse en su catálogo The Phoenix una vez al mes. Una de las primeras curiosidades que descubrí, y que me impulsó a escribir mi primera entrada fue el hansatsu o dinero marcapáginas, un tipo de billete local japonés de los siglos XVII-XIX que jamás habría encontrado en España.
Token de recolectores de lúpulo del sur de Inglaterra con un numeral 1 relativo a la cantidad recolectada (1 bushel) |
Pero en Coincraft también son humanos, y se pueden equivocar. Una de mis entradas más antiguas versaba sobre unas austeras piezas metálicas de principios del siglo XIX que en su momento The Phoenix presentaba como "fichas de comunión". Tras hacer algunas averiguaciones y, cómo no, adquirir una de estas fichas, me documenté al respecto y lo dejé todo recogido en esta entrada:
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2012/05/fichas-de-comunion.html.
Parece ser que en determinadas iglesias protestantes (muy especialmente la presbiteriana de Escocia) se utilizaban pequeños distintivos metálicos como muestra de adhesión a una determinada parroquia y con el fin de determinar qué feligreses eran merecedores de recibir el sacramento de la eucaristía.
No obstante, había algo en la pieza que no encajaba con otras, y es que era demasiado austera y tosca. Las fichas de comunión que encontraba en diferentes páginas web solían contener algún motivo religioso (referencias de la Biblia, o imágenes representativas del cristianismo) y una tipografía un poco más elegante. Mis sospechas se vieron confirmadas recientemente gracias a The Phoenix también: las fichas que hace años eran de comunión se vendían ahora como "hop picker tokens", que traducido al castellano sería "fichas de recolectores de lúpulo".
La otra cara del token, con las iniciales JS por James Smith (Sussex, s. XIX) |
El lúpulo, planta de la que oímos a menudo hoy en día gracias a la publicidad, es un elemento esencial en la elaboración de cerveza, ya que le aporta el sabor amargo y su aroma característico, mantiene la espuma estable y ayuda a conservar su frescor. Se sabe que se emplea para estos fines desde la Alta Edad Media, así como que su cultivo se introdujo en Inglaterra durante la era Tudor. Esta demostró ser una actividad agrícola muy popular, ya que reportaba muchos beneficios a los terratenientes y empleaba personal durante gran parte del año, revitalizando las economías locales del sur del país. Era habitual recibir temporeros de fuera de la zona, en muchos casos de Londres, para cubrir toda la demanda de trabajo en la época de recolección.
Una prueba tangible de que el cultivo de lúpulo era una actividad rentable se encuentra en las fichas que se empleaban para pagar a los temporeros. Estos tokens indican la plantación de donde proceden así como la cantidad de bushels (medida de capacidad anglosajona equivalente a 36,4 l) recolectados, pudiendo ser después de unos días intercambiados por la cantidad de dinero acordada. De esta forma los propietarios de las plantaciones se aseguraban de que los temporeros no se marcharan sin completar el trabajo. El token que tengo el gusto de compartir hoy es seguramente de principios del siglo XIX. Fundido en moldes y principalmente de plomo, muestra en una cara un numeral relativo a la cantidad de bushels recolectados (en este caso, 1 bushel) y en la otra las iniciales JS, parece ser que por la plantación de James Smith, de Sussex.
Conos de lúpulo (Imagen de www.estrellagalicia.es) |
Pese a su apariencia austera, servía también como objeto de intercambio entre los propios recolectores y los negocios de la zona lo podían aceptar como medio de pago. Es algo lógico si tenemos en cuenta que durante los siglos XVIII y XIX proliferaron entre la población británica los tokens privados debido a la mala calidad del circulante y a su extensa falsificación. No solo se utilizaron fichas como medio de pago a los temporeros, también los terratenientes emplearon tarjas o cañas de madera en las que se hacían muescas por cada cinco bushels recolectados.
Con el florecimiento del cultivo del lúpulo los diseños de los tokens ganaron en estilo, llegando a incluir detalles como heráldica, iniciales más elaboradas o motivos agrícolas. No obstante, el declive de esta actividad a partir de mediados del siglo XIX influyó en el diseño, quedando las fichas en simples trozos de plancha metálica tratados con perforaciones en lugar de ser fundidos. En cualquier caso, y a pesar del error inicial, ha sido agradable descubrir que las "fichas de finca" no fueron solo piezas de exonummia propias de México y Centroamérica, sino también de ciertos lugares del continente europeo. Gracias a Coincraft.
Kent Hop-tokens, by John W. Bridge, F.S.A Archaeologia Cantiana, vol. 66 1953
https://www.coincraft.com/hop-pickers-token
Realmente curiosos estos tokens,muy buen post, saludos cordiales José Ramón
ResponderEliminarGracias Adolfo, no es que sean muy atractivos visualmente pero no por ello dejan de ser interesantes...y me han dado para dos entradas :) un saludo
EliminarLa verdad es que es un blog superinteresante. Llevo varias semanas leyendolo y me encantan las entradas.
ResponderEliminarFelicidades!
Me alegro mucho de que lo encuentres interesante y a la vez entretenido. Es el mayor elogio que puede recibir un bloguero en su aniversario ;) saludos cordiales
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