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Shun zhi tong bao (1644-1661) 3,48 grs/26 mm. |
Después de unas cuantas
entradas sobre las misteriosas monedas cash chinas, gracias a las cuales hemos
tenido la oportunidad de adentrarnos en una historia milenaria y singular, creo
que es momento de dedicar una entrada a las monedas cash más recientes y por
tanto más asequibles y fáciles de encontrar para los coleccionistas. Se trata
de las monedas emitidas durante el llamado periodo Qing, última de las
dinastías imperiales que gobernó China entre 1644 y 1912.
Los Qing eran de origen manchú. Los manchúes, vecinos del norte de China, habían logrado con
el tiempo establecer una base económica y socio-política sólida gracias al
control que ejercían sobre el comercio de mercancías muy demandadas, como piedras
preciosas, perlas o pieles. Durante la primera mitad del siglo XVII lograron un
cada vez mayor poder de decisión en China, dada la gran inestabilidad política
que caracterizaba el último tramo del periodo Ming. En un principio aliados
militares del emperador, terminaron en 1644 suplantando a la dinastía Ming por
medio de su líder Shunzhi . Los Qing siempre fueron considerados por la
población local como extranjeros, lo que condujo a un doble proceso de tensión
y asimilación. Por un lado, los emperadores Qing no dudaron en discriminar a la población
china con legislación que prohibía los matrimonios mixtos o que obligaba a los
hombres a llevar coleta como forma de diferenciarse de los manchúes. Por otro
lado, supieron comprender que la única forma de perpetuar su poder pasaba por la
política de tolerancia y respeto hacia las tradiciones mayoritarias. Así, el
emperador Kangxi, que reinó entre 1662 y 1722 promovió la cultura china
mediante iniciativas como la compilación de la historia de la dinastía Ming y
el fomento del confucianismo.
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Kang xi tong bao (1662-1722) 1,25 grs./21 mm. |
La historia de la
dinastía Qing, que llegó a su final en 1912 con la abdicación de Puyi, el
célebre último emperador
inmortalizado por Bertolucci en la gran pantalla, tuvo dos épocas
diferenciadas. Los siglos XVII y XVIII están marcados por una expansión
económica, cultural y territorial sin precedentes. Los avances en las técnicas
agrícolas y la plantación de nuevos cultivos contribuyeron a una mejora en el
nivel de vida (económico y dietético) de la población. Estas mejoras, unidas a
una política fiscal favorable hacia los pequeños campesinos, aumentaron la
demanda interna de diferentes productos como la seda o la porcelana, lo que
estimuló su producción e intercambio. Al mismo tiempo, tuvo lugar una
considerable expansión del comercio exterior, pues el té, la seda y la
porcelana eran productos muy demandados fuera del país, especialmente por los
europeos. Esta creación de riqueza propició, como suele ocurrir, el avance de
las artes plásticas, la literatura y la filosofía, pues muchas familias
emplearon sus fortunas no solo en acrecentar su influencia sino también sus
posibilidades de mecenazgo. Además, bajo los sucesores de Kangxi, Yongzheng
(1722-1735) y Qianlong (1735-1799) las fronteras se ampliaron sustancialmente:
Tíbet pasó a ser un protectorado y el Turquestán oriental fue sometido con
éxito, convirtiéndose en Xinjiang.
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Qian long tong bao (1736-1795) 4,46 grs./23 mm. |
El siglo XIX, sin
embargo, representa la cara opuesta de toda esta expansión. Por un lado, el
comercio exterior causó las primeras tensiones con los occidentales, que
derivaron posteriormente en conflictos armados. El balance comercial había sido
muy favorable a los chinos con respecto a occidente, ya que sus productos eran
altamente demandados en Europa, cosa que no ocurría con los productos europeos
en China. Para contrarrestar este hecho, la Compañía Británica
de las Indias Orientales introdujo el comercio ilegal del opio en China, con el
objeto de intercambiarlo por productos chinos de forma barata. Esto tenía
consecuencias desastrosas para China, no solo en el plano comercial y económico
(el uso de opio como moneda de cambio frenaba la entrada de plata en el país y por tanto reducía los ingresos) sino también en el
aspecto social, pues fomentaba la corrupción entre el funcionariado y la adicción
a esta sustancia entre la población. La tensión con Gran Bretaña condujo a
mediados de siglo a las llamadas guerras
del opio que resultaron en la derrota china y la firma de tratados
desiguales en los que los británicos no solo reafirmaban sus intereses
comerciales sino que además ponían en entredicho la soberanía china mediante la
anexión de Hong Kong. China no fue invadida de
facto como sí le ocurrió a India pero a partir de este momento se
convertiría progresivamente en un protectorado comercial de los occidentales.
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Jia qing tong bao (1796-1820) 4,43 grs./23 mm. |
Internamente, las
tensiones y el descontento con el sistema absolutista de gobierno y su
creciente debilidad exterior fueron en aumento, canalizándose a través de las
sociedades secretas o sectas. Una de ellas, la denominada Taiping consiguió mantener en jaque al gobierno imperial durante 13
años, entre 1851 y 1864, llegando a dominar buena parte del sur del país. Pese
a que esta rebelión fue finalmente sofocada, las tensiones entre las fuerzas
modernizadoras y tradicionalistas continuaron durante el resto de la era Qing,
en un contexto de cada vez mayor fragilidad que desembocó en la proclamación de
la república en 1912.
El sistema monetario
imperante durante la era Qing estuvo basado en el modelo tong bao introducido
en el siglo VII por la dinastía Tang. Tong bao, recordemos, significa “moneda
en circulación”, y son los símbolos que aparecen a derecha e izquierda de una
gran parte de las monedas cash, tal y como reflejan las imágenes. Por lo demás, las peculiaridades de las monedas de esta época pueden resumirse de la forma siguiente:
- El material
utilizado no es puro cobre sino una aleación de latón, lo que da a muchas
de estas monedas un tono amarillento.
- Los reversos,
que tradicionalmente estaban desprovistos de caracteres, contendrán la marca de la ceca de
la que proviene la moneda tanto con caracteres chinos como manchúes.
Posteriormente, en algunos casos, incluirán además el valor de la moneda.
- Las monedas
de la dinastía Qing, salvo en sus etapas finales, tienen el valor de una unidad
(1 wen)
El anverso, además del
sempiterno tong bao a derecha e izquierda, revelará el nombre del emperador (mejor
dicho, el nombre de su reinado, ya que se consideraba una falta de respeto
referirse al emperador por su verdadero nombre) mediante los caracteres chinos
que aparecen arriba y abajo. Los reversos, por su parte, contienen el nombre de
la ceca de emisión en caracteres chinos y manchúes, siendo más frecuentes estos
últimos. De este modo, nos encontraremos con las siguientes monedas cash pertenecientes a este periodo:
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Dao guang tong bao (1821-1850) 1,88 grs./19 mm. |
- Shun zhi tong
bao (1644-1661)
- Kang xi tong
bao (1662-1722)
- Yong zheng
tong bao (1723-1735)
- Qian long tong
bao (1736-1795)
- Jia qin tong
bao (1796-1820)
- Dao guang
tong bao (1821-1850)
- Xian feng
tong bao (1851-1861)
- Tong zhi tong
bao (1862-1874)
- Guang xu tong
bao (1875-1908)
- Xuan tong
tong bao (1909-1912)
Los problemas económicos
derivados de los conflictos con las potencias occidentales (guerras del opio) y
la inestabilidad interna tuvieron, cómo no, consecuencias sobre la emisión de
moneda, que podemos comprobar con facilidad hoy en día. Como consecuencia del
comercio ilegal del opio, mucha plata salió del país, lo que aumentó
considerablemente su valor. Como la emisión de monedas estaba fijada al patrón
plata, el coste de producirlas llegó a
exceder su valor facial. A esto hay que añadir las consecuencias de la Rebelión Taiping
de mediados del siglo XIX, que detuvo la provisión de cobre de las minas del
sur, lo cual contribuyó a la depreciación de la moneda y al uso de materiales
alternativos. Así, son frecuentes en esta época monedas cash de menor tamaño y
calidad, así como el uso de diferentes numerales en el reverso.
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Detalle de tres reversos, todos con caracteres manchúes, Los del centro y la derecha corresponden a las cecas de Pekín |
Por tanto, las monedas normalmente
de mayor calidad y más fáciles de encontrar son las de los siglos XVII-XVIII,
época de estabilidad y prosperidad. Las de la primera mitad del siglo XIX son
también muy habituales, aunque se caracterizan por su peor calidad y menor
tamaño, consecuencia de la inestabilidad política y económica. Las de periodos
posteriores ganan en variedad, pues surgieron denominaciones de valores más
altos (hasta 1000 wen), sin que
exista una correlación entre el valor facial y su peso o tamaño, siendo posible
encontrar monedas de 1000 más pequeñas que las de 50 o 100, por ejemplo.
El tramo final de este
periodo se caracteriza por una convivencia entre las monedas cash y las
producidas por maquinaria moderna. En cualquier caso, el siglo XX sería el
escenario en el que las diferentes visiones de una China moderna, la
nacionalista y la comunista, chocarían entre si. Un escenario en el que no
cabrían ni emperadores ni las milenarias monedas cash…
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