DINERO QUE SE FUMA
La entrada de
hoy, dedicada al tabaco como moneda corriente de cambio, no sé si puede
enmarcarse dentro de la numismática. Seguramente no. Eso si, os puedo asegurar
que es un tema que invita a la reflexión, en tanto en cuanto pone de manifiesto
la curiosa naturaleza del dinero, y sobre todo el valor que el ser humano le
otorga.
No es necesario ser
historiador para adivinar las consecuencias económicas que sufrieron los
alemanes tras la II Guerra
Mundial. El « suicidio colectivo » al que Hitler abocó al pueblo
alemán cuando ordenó luchar hasta las últimas consecuencias, aún cuando la
guerra estaba absolutamente perdida, dejó un tejido productivo devastado y un reichsmark considerablemente devaluado.
Durante los años en que la contienda tuvo lugar las autoridades nazis
aumentaron sensiblemente la masa monetaria con el fin de poder financiar el
esfuerzo bélico. Se calcula que al final de la guerra existía una masa
monetaria en circulación de unos 300 billones de reichsmarks frente a unos
bienes disponibles por valor de 50 billones. De esta manera, la población
alemana se encontró con que sus ahorros apenas servían para nada, pues su
dinero acumulado había perdido casi todo su valor.
Un paquete como este podía servir para adquirir ciertos bienes y servicios en Alemania entre 1945 y 1948 (fotografía extraida de Odd and Curious Money, C. Opitz 1991) |
Así pues, al ser
un bien relativamente escaso, los cigarrillos pudieron servir como moneda de
cambio. Además, compartían muchas de las
ventajas que posee el dinero oficial, como la fácil portabilidad, la
divisibilidad e incluso el reconocimiento internacional, pues los mismos
ocupantes (sobre todo los norteamericanos) aprovecharon la situación para
introducir su tabaco (como la cajetilla que aparece en la imagen) y obtener sus
propios beneficios. La única característica que este dinero-mercancía no
compartía con el dinero oficial era la perdurabilidad.
Lo más curioso es
que en este contexto el reichsmark,
moneda en la que los alemanes habían confiado incluso en los momentos más críticos
(como durante la época de la hiperinflación de 1922-23), prácticamente dejó de
ser utilizada. Con la información a la que he tenido acceso he podido
configurar una pequeña tabla de precios con la que nos podemos hacer una ligera
idea acerca del valor real de los cigarrillos en la Alemania de la
posguerra :
10 cigarrillos: 1,5 kg de pan, ¼ kg de
azúcar o 15 grs de café.
20 cigarrillos: ½
libra (unos 200 grs,) de mantequilla o carne.
30 cigarrillos :
un pollo
125
cigarrillos : un edredón
200
cigarrillos : un par de zapatos
250
cigarrillos : un ganso
Incluso las
grandes empresas se apuntaron a este sistema : parece ser que Grundig, en
el invierno de 1946-47 « vendió » 3000 radios por un total de 30
millones de cigarrillos y 5000 cajas de puros.
En Junio de
1948 los aliados occidentales introdujeron el deutschemark con el fin de devolver a Alemania Occidental a la
normalidad monetaria, lo que puso punto y final a esta peculiar experiencia. Al
escribir esta entrada no he podido evitar reflexionar acerca de nuestra propia
experiencia que tuvo lugar más o menos al mismo tiempo y sobre la que tendremos
la oportunidad de hablar en breve : el racionamiento de nuestra posguerra
y la práctica del estraperlo.
Odd and Curious Money, descriptions and values, by Charles J Opitz, 2nd Edition 1991
Odd and Curious Money, descriptions and values, by Charles J Opitz, 2nd Edition 1991
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